Pasa a ser, un día más

Guillermo Robles Ramírez

Por Guillermo Robles Ramírez

Es curioso observar como los mexicanos creen saber mucho por el simple hecho de recordar, pero a su vez, saben muy poco de ello porque los detalles son olvidados y solamente son recordados en libros o en poesías como el que publica la editorial Mexicanos Unidos, en un libro titulado Poesías Patrióticas Mexicanas.

“El amor a la patria es para los pueblos lo que el amor de la vida al individuo; la patria forma la vida de las naciones. El amor a la patria fue, en todos los tiempos y países, origen de milagros de inspiración, de abnegación y de actos heroicos. ¿Podría suceder otra cosa? Los actos son proporcionados a la energía del móvil que los produce. La pasión del hombre a su patria está formada por todas las demás pasiones nobles y desinteresadas de que Dios ha llenado el corazón humano: del amor de sí mismo y del derecho sagrado que gozamos al ocupar nuestro sitio sobre el globo; del amor de la familia, el cual no es más que la patria reducida y grupada en el corazón de los hijos…” es solo un extracto del libro mencionado anteriormente.

Eso es precisamente lo único que nos resta de nuestra celebración del 207 aniversario de la Independencia de México, es decir, en pura poesía en libros, en declaraciones escolares, discursos políticos, y en fiestas mexicanas; pero ¿en realidad existe todavía ese patriotismo en la sangre de los mexicanos?

Es el único remanente que nos queda porque de la sangre de nuestros antepasados ya no hay nada más que ese espíritu moderno que para sentirnos mexicanos solo basta con gritar en las calles ¡Viva México!, sujetando una bandera que ni siquiera está hecha por la Unión Nacional de Productores Artesanales de nuestro país sino son importaciones chinas.

Septiembre el mes de la Patria, pasó a ser simplemente como algo comercial, un día más para ponerse borracho, un día más en el calendario del sector restaurantero para sacar sus platillos de comida mexicana, un día más para llenar la agenda de días festivos para los antros y sus promociones en donde se tiene que reservar y pasar el famoso “grito” acortándole el resto de la verdadera festividad: Día de la Independencia de México.

Las poesías de nuestra Independencia son textos muertos durante todo el año y solo son recordados una sola vez desempolvándola nada más para decirlo en algún acto político o cualquier institución educativa.

Pero más allá de ello por lo único que se siente amor de las fiestas patrias es todo aquello que lo relaciona como una parte de la vida social y eso hasta los políticos lo saben; por tal motivo a través de los años han ido modificando las maneras de celebrarlo con los mexicanos.

Ahora los mismos funcionarios lo han hecho más complejo el festejo del Día de la Independencia, convirtiéndolo en todo un circo, como parte de una estrategia para evitar los escándalos públicos por una parte, y por otra para minimizar los problemas sociales, creando una cortina de humo con la contratación bandas gruperas que asisten al final de la celebración de la Independencia que da inicio desde el día 15 de septiembre, posteriormente a las 23:00 horas empieza a dar el Grito de Independencia haciendo sonar las campanas aunque esto sucedió en realidad a las dos de la madrugada del día 16 de septiembre de 1810.

Los fuegos artificiales no pueden faltar para concluir con la presentación del grupo o artista de moda siendo esto el verdadero motivo para asistir a las plazas principales de cada localidad frente a las instituciones de gobierno sin importar si se trata municipal, estatal o federal, pero el sentido del patriotismo mexicano por el Día de la Independencia de México, ha perdido su rostro de autenticidad, pasando a ser simplemente un día más para festejar. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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