A tiro de piedra: La unidad y estructura política

Por Julian Santiesteban

Nunca odies a tus enemigos, afecta a tu juicio
Mario Puzo

En un discurso que pareció refundacional, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, hizo un llamado a la unidad en el 43 aniversario de esta entidad, pues recalcó que debe acabarse con “el enfrentamiento que nos ha estancado y dar paso a una cultura de diálogo, de comprensión, de trabajo y la legalidad.” El día estuvo cargado de simbolismos y de hechos contrastantes que mostraron la “estatura política” de diversos actores estatales.

Cumplido el primer año de gobierno y 43 como entidad federativa, Joaquín González reiteró la independencia de poderes, demandó el respeto a la legalidad y la “altura de miras”, recalcó que se seguirá la ruta de la transición democrática abatiendo todos los reductos del autoritarismo; pero el discurso del mandatario toma mayor relevancia a partir de lo sucedido en el desayuno previo al evento del Congreso estatal, pues en ese encuentro de la clase política local, el ex gobernador y aun senador Félix González Canto y el actual secretario de Desarrollo Social, Julián Ricalde Magaña, se liaron a golpes, por una publicación en redes sociales en las que el funcionario calificó de “gusano” al ex mandatario. ¿nota la diferencia en la estatura política?

“Remontemos los espacios de la intolerancia; mostremos a todos que somos capaces de edificar, en la fraternidad y con el arma suprema de la razón, un Quintana Roo para todos”, dijo el mandatario en su discurso, mensaje que ya no escucharon ni González Canto ni Ricalde Magaña, pues ninguno se presentó al evento del Congreso luego de la gresca. Al final del evento, Joaquín González señaló, con respecto al enfrentamiento, que no había mucho que comentar; pero es fundamental poner en perspectiva lo ocurrido en el día, pues su discurso lo coloca muy por encima del promedio de la clase política local, y a Félix González Canto, muy por debajo de la imagen que él mismo se encargó de “comprar” para sí desde su gestión al frente del estado.

“No escuchemos las voces de aquellos que nos quieren desanimar, que quieren seguir teniendo impunidad, porque ni siquiera tiene la vergüenza de hacer autocrítica de lo que han hecho en el pasado”, refirió Carlos Joaquín en otra parte de su discurso. ¡Vaya! Tal pareciera que la pelea suscitada hubiera estado preparada para dimensionar lo dicho por el mandatario, porque según diversas publicaciones de medios digitales, el senador González Canto fue quien inició la gresca espetándole a Ricalde Magana un “a mí me respetas”, propinándole además una bofetada, como un soberano en su reino al sentir mancillado el honor; lo que no esperó fueron los tres puñetazos que recibió como respuesta, sin que nadie se acercara a defenderle. De nuevo, nótese el llamado a la modernidad y las expresiones del pasado.

Sin duda lo ocurrido merecerá las reflexiones y reconvenciones en privado al equipo del gobernador, pero en lo público ha servido para mostrar la actual circunstancia de los que se sintieron intocables. La publicación y respuesta a la agresión que hiciera Ricalde Magaña va a contra pelo del discurso de su jefe político, ciertamente, pero ha permitido evidenciar a quienes se han creído dueños hasta del gentilicio quintanarroense; al que por cierto, Joaquín González, definió hoy como la suma de las luchas en favor de la lucha por la libertad, la justicia social y el trabajo. Hace apenas un año, la clase política encabezada por Félix González utilizaba el “quintanarroísmo” como el mecanismo para excluir de la vida pública a cualquiera que les resultara “incómodo.”

“El cambio comenzó está aquí entre nosotros y no es propiedad de un gobierno, de un grupo, de una persona, es de todos los quintanarroenses  que tenemos derecho a vivir mejor”; “debemos empeñarnos en que la honorabilidad, la racionalidad y la tolerancia normen nuestra conducta”, destacable la postura del nuevo gobierno de Quintana Roo, bienvenido el cambio si se sintetiza en el mensaje enviado desde el Congreso a todos los habitantes de la entidad. Y de las peleas como las del ex mandatario, pues también bienvenidas, permite a todos saber por qué perdieron el poder en 2016, y porque no deben regresar nunca a gobernar; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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