Producción de ajo alimenta a chilantecos

mejores salarios para los trabajadores
Por Eduardo Sedeño

Puebla, 7 marzo (ASI) La espera terminó, ya que después de 5 meses las más de 100 familias dedicadas a la producción de ajo en el municipio de San Gabriel Chilac, han iniciado el corte de este vegetal, que durante muchos años se ha dado en estas tierras, dándole características especiales y reconocidas dentro y fuera de este estado poblano.

Mauricio Martínez Huerta, acude a sus terrenos ubicados en el paraje conocido como Chamacoyo. Ahí les espera a ocho trabajadores una jornada de 8 horas; agradecidos de ser un día nublado, comienzan a sacar de la tierra los racimos de ajo, tomándolos con esas manos campesinas curtidas por el trabajo, ayudados de una pequeña pala metálica.

La producción de ajos, la venta de este producto se mantiene baja, cuya siembra y cuidado requiere de una inversión de 40 mil pesos aproximadamente por hectárea, señaló la vendedora y productora, Sara Marín Martínez.

Marín Martínez indicó que su familia sembró una hectárea, la temporada inicia en septiembre, algunos productores se extienden hasta noviembre, a partir de febrero se empieza a cosechar finalizando hasta marzo. Durante 5 meses se le otorga el cuidado necesario para producir correctamente.

En una hectárea se obtienen alrededor de mil manojos, con aproximadamente 100 cabezas de ajo cada uno, el manojo tiene un costo que oscila entre los 70 y 80 pesos. Sara Marín explicó que ellos venden por mayoreo en el municipio de San Gabriel Chilac, otras personas se encargan de revender el producto en la región como Tehuacán.

La producción en exceso origina las bajas ventas, cuando la siembra no es considerable se obtienen más ganancias. La vendedora detalló que, en esta temporada, por las bajas temperaturas sufrieron afectaciones los ajos, por lo tanto, se requirió de mayor cuidado e inversión para la compra de fertilizantes y demás químicos, actualmente son dañados por el calor, puesto que provoca que se sequen más rápido y no puedan estar más tiempo bajo tierra, de lo contrario pierden su calidad.

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