Londres, 13 mar (PL) Ahmed Hassan, un iraquí de 18 años, reconoció haber colocado una bomba casera, en el metro de la capital británica en septiembre de 2017, lo cual causó heridas a una treintena de personas.
Durante su comparecencia ante el Tribunal de Old Bailey, el joven señaló que construyó el explosivo con la ayuda de vídeos e informaciones publicadas en Internet, pero aseguró que no pretendía causar muertes o daños severos.
Tras ser detenido, el sospechoso declaró que fue secuestrado y recibió entrenamiento por parte del Estado Islámico (EI), pero esta vez dijo haber mentido a las autoridades británicas y negó posibles vínculos con ese grupo terrorista.
Hassan rechazó los cargos presentados en su contra por intento de asesinato. y uso de químicos para causar una explosión.
Su proceso judicial comenzó el 7 de marzo y continúa esta semana.
El 15 de septiembre del año pasado, un artefacto estalló en uno de los vagones del metro en la estación de Parsons Green, cerca de las 8:00 hora local y cerca de 30 ciudadanos fueron hospitalizados.
Tras una reunión con el Comité de Emergencia Cobra, la primera ministra Theresa May, anunció el incremento de severo a crítico del nivel de alarma terrorista en el país e indicó que el dispositivo detonó parcialmente, por lo que el daño pudo ser mucho mayor.
Ese fue el quinto ataque ocurrido en esta nación, desde marzo de 2017.
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