Toshio Maeda, el Tentacle Master, en México

El mangaka es uno de los invitados especiales a La Mole Comic Con 2018

Por Fernando Salinas

Toshio Maeda es una personalidad del manga que bien se podría describir como un rebelde del trazo. Sus dibujos, al puro estilo eroguro –género artístico japonés que resalta lo erótico y lo grotesco–, ponen en papel situaciones plagadas de filias, fetiches, violencia, sangre y todo tipo de fluidos corporales.

Crimen, muerte, misterio y abuso conviven en todos los trabajos de Maeda. Esto no es casualidad, más bien es producto de su principal influencia, el gekiga. Este estilo alternativo surge en Japón durante la posguerra y se caracteriza por tener fondos más impactantes, rostros expresivos y ambientes oscuros. Se puede entender como un equivalente de las novelas gráficas occidentales.

A pesar de que el artista no figura como uno de los mangakas más conocidos en el mundo comercial, sus trabajos han marcado paradigmas en el dibujo erótico.

Fantasía sólo para adultos

Los tentáculos son un rasgo distintivo de las obras de Maeda desde hace más de 40 años, incluso muchos de sus fanáticos se refieren a él como “Tentacle Master”. Aunque podríamos ver algunos indicios de su inspiración en el grabado erótico “El sueño de la esposa del pescador” de Katsushika Hokusai, el autor asegura que no conocía la obra –ni tampoco al artista Ukiyo-e– cuando comenzó a dibujar.

Debido a los temas oscuros e imágenes gráficas en sus obras, el autor ha dejado en claro que sus publicaciones van dirigidas exclusivamente al público adulto. Incluso ha manifestado abiertamente su oposición al lolicon, género muy popular del manga y anime en el que interactúan menores de edad y personajes adultos, y es que, a pesar de acotar la libertad de expresión, cree que hasta el erotismo debe tener un límite.

Sus obras más populares son La Blue Girl y Urotsukidoji, esta última considerada su obra maestra. Algunos dicen que Urotsukidoji es equivalente a lo que fue Akira para Katsuhiro Otomo o Ghost in The Shell para Masamune Shirow, es decir, la obra que puso su nombre en el mapa internacional. Además, esta publicación abrió las puertas al género hentai en países fuera de Japón.

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