Por Francisco Javier Brenes Berho
Está en la naturaleza del mexicano.
Es un hecho que a todos nos gustaría ver un México ordenado en donde las leyes y reglamentos se cumplan para la mejor convivencia general pero también lo es el que a casi ninguno nos gusta cumplir con tales leyes reglamentos !Es más! Ni siquiera con las mínimas normas civilidad, nos estacionamos en lugares prohibidos, en las entradas de los otros sin importarnos un cacahuate las afectaciones que les ocasionemos, también ¿por qué no? En segunda o triple fila, damos vueltas prohibidas ocasionando colisiones con el Chocabús, nos metemos en las filas para ahorrarnos tiempos de espera y un lago, casi interminable, etcétera. !Bien! Pues la Iglesia Católica mexicana no es la excepción, una nota, fechada el día de hoy, domingo 30 de junio del 2013 en el periódico El Universal da cuenta de que la mencionada Iglesia pide acabar con la impunidad de que gozan los ex.gobernadores de Chiapas, Tabasco y Quintana Roo así como a tomar medidas para que los gobernadores de los estados puedan seguir actuando con total opacidad y discrecionalidad. !Bien! !Muy Bien! No puedo sino manifestar mi total acuerdo con dicha postura, sinembargo hay algo que llama poderosamente mi atención y es el hecho de que sea precisamente el burro quién se ponga a criticar las orejas del caballo porque jamás se ha visto, en México al menos, que la Iglesia Católica transparente sus finanzas, pague impuestos por las descomunales cantidades de dinero que recibe, por ejemplo en la Basílica de Guadalupe, que dicho sea de paso es el centro comercial más lucrativo y rentable de México y por supuesto nos diga cuánto es lo que transfiere al cuartel general del Vaticano.
En algunas cosas no le queda de otra, pero…
Ahora bien, es verdad que en algunas cosas, como las innumerables escuelas, generalmente de lujo, que posee no le queda de otra más que declarar ingresos y egresos y pagar los impuestos correspondientes, mas tiene un sinfín de entradas, mucho más redituables, como las alcancías de los santitos, la mencionada Basílica y demás que arrojan unas ganancias verdaderamente exorbitantes sobre las cuáles nadie sabe, nadie supo y sobre todo, nadie sabrá nada en absoluto. Se habla de «narco limosnas», esas generosas y «desinteresadas» aportaciones de algunos bandidos y narcotraficantes para tratar de estar bien, y de buenas, con «El de Allá Arriba», si no es que, de plano, para tratar de lavar su imagen con las comunidades en donde operan, cosa que al parecer les sale de maravilla y de paso, también blanquear algunos capitales. Sea como sea, el caso es que no existen registros de tales donativos, y eso que fue precisamente Fray Luca Paccioli, en el año de 1494, en un libro llamado: «L a Suma de Arithmética, Geometría Proportione et Proportionalita», quién tuvo a bien hablar, por primera vez en la historia de conceptos contables tales como la famosa «partida doble», las diversas cuentas que se deben de llevar en una contabilidad tales como «gastos», «gananciales», «pérdidas» y demás, pero también de las reglas que se han de observar para su registro e interactuación. !Vamos! En pocas palabras, es el inventor de la contabilidad tal como la conocemos en la actualidad. Claro está, esto lo hizo con el fin de llevar un adecuado registro de las riquezas eclesiales. mas no con el de darlas a conocer al fisco ni al público en general. Por eso es que dice muy bien el famoso refrán popular «Cúmplase la ley… !En los bueyes de mi compadre!»