Roma, 7 ago (PL) El líder del partido que encabeza el Ejecutivo italiano, Guglielmo Epifani, pidió hoy a Silvio Berlusconi abandonar la política tras perder la apelación contra una condena por fraude fiscal, en un nuevo golpe para la coalición gubernamental.
Eso es lo correcto, lo que tiene que hacer, y es lo que ocurre normalmente, expresó el secretario general del centroizquierdista Partido Democrático (PD) al diario Corriere della Sera.
Si bien el primer ministro italiano, Enrico Letta, reaccionó con moderación para evitar una crisis de gobierno, el jefe de su partido expresó que todos los ciudadanos son iguales ante la ley y que Berlusconi debería dimitir.
En un país democrático, los crímenes fiscales y sociales se toman de forma extremadamente seria, el principio de legalidad en un Estado democrático está antes que ninguna consideración política, apuntó Epifani.
Berlusconi, líder del partido Pueblo de la Libertad (PDL) que comparte el poder con el PD, es todavía senador, a pesar de que el Tribunal Supremo confirmó la semana pasada su sentencia a cuatro años de prisión -rebajada a uno-, por fraude fiscal.
Al igual que el jefe de Gobierno, el llamado Il Cavaliere ha tratado de aliviar las tensiones políticas apelando a la importancia de que el Ejecutivo sobreviva para ayudar al país a salir de la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, Epifani apuntó que Berlusconi debería echarse a un lado independientemente de las posibles repercusiones, entre las que se encuentra la probable expulsión del PDL del Ejecutivo.
Por su parte, algunos miembros del PDL que han pedido al magnate de los medios derribar el Gobierno y obligar a nuevas elecciones en octubre, acusaron al dirigente democrático de provocación.
Epifani es un irresponsable provocador, que está promoviendo una crisis en el Gobierno y no está dispuesto a asumir la responsabilidad por ello, manifestó el portavoz de la formación de centroderecha, Luca D’Alessandro.
Un comité del Senado comenzó a debatir si expulsa a Berlusconi del Parlamento, decisión que podría ser respaldada por el PD, antes de ir al pleno del Senado para el voto final.
Aunque Letta y el presidente italiano, Georgio Napolitano, son contrarios a la realización de comicios anticipados, al considerar que Italia no puede permitírselos en tiempo de emergencia económica, de realizarse la votación supondría una crisis en el Gobierno.
Bajo el argumento de que Berlusconi representa a 10 millones de italianos que le dieron su voto, integrantes del PDL presionan a Napolitano para encontrar el modo de permitirle permanecer en la política, cuando un indulto está descartado por razones legales e institucionales.