Santiago de Chile, 8 ago (PL) El Senado chileno aprobó la última propuesta gubernamental de salario mínimo, pero el proyecto de ley será analizado el martes por una comisión legislativa para corregir puntos polémicos.
La Cámara alta dio su visto bueno a la iniciativa, que eleva el piso salarial a 210 mil pesos (unos 420 dólares), cifra inferior a la reclamada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), ascendente a 250 mil pesos (unos 500 dólares).
El proyecto de ley fue aprobado cerca de la medianoche del miércoles por unanimidad, pero luego de un extenso debate, con la decisión de enviarlo a una comisión mixta del Senado, que analizará la negativa de una parte del Senado a establecer la retroactividad del reajuste salarial desde el 1 de julio.
La indicación de hacer retroactivo el reajuste a partir de esa fecha fue aprobada en la Cámara de Diputados en días recientes, y calificada de inadmisible por el ministro de Hacienda Felipe Larraín.
Senadores de las bancadas de oposición reclamaron aplicar la retroactividad del acuerdo, por considerar responsabilidad del Ejecutivo la demora en la aprobación del proyecto de ley, que comenzó a ser debatido en marzo con una cifra salarial inferior a la finalmente propuesta por el Gobierno.
El Ejecutivo solo está de acuerdo en hacer retroactivo el reajuste para los casos de subsidios y asignaciones familiares que cancela el Estado, pero no para el salario mínimo.
Al hacer el anuncio de la nueva cifra de 210 mil pesos a fines de julio, el Gobierno dijo que el salario mínimo anhelado por la CUT se podría alcanzar en el año 2015, propuesta que el gremio calificó de muy insuficiente.
«Nuestra impresión es que hoy en día es de justicia una cifra de 250 mil pesos, pero pensarlo de aquí a 2015 sería una merma demasiado importante en el poder adquisitivo de los trabajadores», expresó la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa.
La dirigente de la multisindical consideró que al ritmo que ha ido creciendo el país y el costo de la vida, no solamente en la Región Metropolitana, incluso en las regiones extremas, 250 mil pesos de aquí a dos años es una cifra muy insuficiente.