Bruselas, 18 ago (PL) La Unión Europea (UE) amenazó hoy con asumir medidas para poner fin a la represión emprendida en Egipto desde el miércoles último contra manifestantes partidarios del anterior gobierno, con saldo de cientos de muertos.
«La violencia y los asesinatos de estos últimos días no pueden justificarse ni tolerarse» afirma un comunicado conjunto de los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
Los derechos humanos deben respetarse y los prisioneros políticos deben ser liberados, subraya la declaración de la UE, que considera injustificables esas violaciones y culpa de ellos al Gobierno y al Ejército egipcios.
La UE, aliado de El Cairo que trata de incidir en los hechos desde la caída de Hosni Mubarak en 2011, revisará «de forma urgente» sus relaciones con el país norafricano y tomará medidas para impulsar el proceso democrático, añade la declaración.
Van Rompuy y Barroso ubican a Egipto como «un socio clave para la UE con el que compartimos interés y responsabilidad en el mantenimiento de la paz en una región estratégica».
El organismo europeo, que desde el mismo miércoles en que comenzó la represión condenó los hechos, prevé reunir mañana a sus 28 embajadores sobre el tema y preparar un encuentro extraordinario de cancilleres europeos, según el comunicado.
Las peticiones de democracia y libertades fundamentales de la población egipcia no pueden ser ignoradas, y muchos menos borradas con sangre, agrega la declaración oficial del bloque comunitario, aunque sugiere «máxima contención» para ambas partes.
«Lamentamos profundamente que los esfuerzos y propuestas internacionales para establecer un proceso político inclusivo, a los que la UE contribuyó activamente, se dejasen de lado y se eligiese el camino de la confrontación», subraya el comunicado.
Los 28 llamaron a todas las fuerzas políticas a comprometerse con el futuro democrático del país y a participar en un proceso para lograr la pronta celebración de elecciones y el establecimiento de un Gobierno civil.
La posición de los europeos argumenta la necesidad de prevenir una mayor escalada de «consecuencias impredecibles» para Egipto y para la región.