Washington, 19 ago (PL) El juicio militar contra el mayor del Ejército estadounidense Nidal Hasan, acusado del tiroteo en la base de Fort Hood, Texas, entró hoy en su tercera semana y casi está llegando a su fin, destacan medios de prensa.
Hasan, de 42 años, quien enfrentaría la pena de muerte de ser declarado culpable de la masacre, renunció a ser defendido por abogados y optó por representarse a sí mismo.
Los fiscales han citado a cerca de 80 testigos hasta el momento, entre ellos algunas personas que vieron los hechos ocurridos en la instalación que preparaba a centenares de soldados para desplegarlos en las guerras de Irak y Afganistán.
El expsiquiátra del Ejército ya admitió ser el autor de ese ataque, catalogado como el peor jamás registrado en una base militar norteamericana.
Sin embargo, la ley militar no permite declararse culpable en casos de delitos que conllevan pena de muerte.
A Hasan se le imputa el haber matado a 12 militares y un civil, y herir a una treintena de personas al abrir fuego indiscriminado en la base de Fort Hood el 5 de noviembre de 2009.
De ser sentenciado a muerte, podría pasar décadas hasta su ejecución, ya que Estados Unidos no ha aplicado la pena capital a ningún soldado en activo desde 1961, aunque hay otros cinco militares condenados a la máxima en la base de Fort Leavenworth (Kansas).
El juicio, inicialmente previsto para marzo de 2012, se ha realizado bajo fuertes medidas de seguridad.