Washington, 21 ago (PL) Un equipo de científicos descubrió que el latido cardiaco es imprescindible para el desarrollo del mecanismo de formación del epicardio, capa externa que recubre el corazón.
Publicado en revista especializada Current Biology, el estudio identificó corrientes de fluido producidas por el latido cardiaco que están implicadas en la formación del epicardio.
Para ello se utilizó el modelo experimental de pez cebra el cual permite visualizar la formación del embrión bajo un microscopio y se desarrolla con extrema rapidez. Según los expertos, tras 24 horas de la fecundación, su corazón ya está latiendo.
Los científicos sostienen que el epicardio desempeña un importante papel como fuente de nutrientes y progenitores celulares durante el crecimiento del corazón.
El epicardio proviene del proepicardio, un grupo de células que aparecen en la base del tubo cardiaco embrionario dentro del saco pericárdico. Estas células tienen que adherirse a la superficie del corazón y recubrirlo completamente.
Los especialistas sostienen que si se bloquea este proceso, el corazón no se forma completamente y el embrión muere, por lo que es muy importante entender cómo estos progenitores llegan a alcanzar la superficie miocárdica.
Ensayos realizados demostraron que en el exterior el corazón produce corrientes del fluido pericárdico que rodean a este órgano.
El presente estudio sugiere que estas corrientes dirigen la formación del proepicardio, contribuyen a la liberación de las células proepicárdicas y las transforman hacia la superficie del miocardio para que, una vez cerca de la misma, puedan adherirse.
Los científicos consideran que lo anterior demuestra que el funcionamiento del corazón está estrechamente ligado al desarrollo. Asimismo, las fuerzas biomecánicas juegan un papel muy importante durante la formación del epicardio.
Durante el desarrollo embrionario, el corazón es el primer órgano en adquirir su función y desde etapas muy tempranas empieza a bombear la sangre.
El flujo sanguíneo es importante para el correcto desarrollo del resto del embrión debido a la oxigenación de los órganos y también por las corrientes que se generan con el mismo.
Estas corrientes inducen la maduración de las células que recubren la pared interna del corazón y los vasos sanguíneos.