Ankara, 12 sep (PL) La policía turca reprimió con gases lacrimógenos y cañones de agua a participantes en protestas que ocurrieron anoche en varias ciudades del país para condenar la reciente muerte de un joven manifestante, informan hoy medios locales.
Las demostraciones se produjeron para expresar el rechazo a lo sucedido con Ahmet Atakan, de 22 años, quien falleció el lunes último al parecer tras ser golpeado en la cabeza por la policía con un bote de gas lacrimógeno.
La indignación ante el suceso produjo nuevos enfrentamientos en ciudades como Estambul, Izmir, Antakya y esta capital, en los cuales las autoridades volvieron a dispersar a las multitudes usando gases lacrimógenos y cañones de agua.
Sobre la muerte de Atakán, el gobierno de la provincia de Hatay publicó un anuncio oficial en el cual afirmó que la causa de la muerte había sido la caída desde un edificio.
Sin embargo, Selim Matkap, médico que participó en la autopsia preliminar, aseguró que el joven tenía en la cabeza una fractura por compresión así como contusiones craneales.
«En la autopsia no encontramos ninguna indicación que sugiera una caída desde un lugar alto, pues no hay fracturas ni en su piernas ni en sus brazos, que es el signo más usual cuando una persona cae desde la altura», mencionó.
Atakan es el sexto manifestante que perece en los últimos tres meses durante las protestas contra planes urbanísticos del gobierno de Recep Tayip Erdogan.
La fuerte represión policial, con un saldo además de miles de heridos, provocó una radicalización del movimiento, el cual llegó a pedir la dimisión del jefe de Gobierno.