Roma, 13 sep (PL) En medio de ajustes en su política interna, el papa Francisco intenta hoy lograr una reconciliación con la Teología de la Liberación, una doctrina mal vista por sus antecesores en la Santa Sede.
En audiencia privada, el Sumo Pontífice recibió al sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, considerado el padre de esta corriente de pensamiento de la Iglesia Católica que nació en América Latina en los años 70 del pasado siglo.
Según algunos analistas este hecho pudiera marcar el camino hacia la rehabilitación total de la Teología de la Liberación, una deuda de la iglesia, que con la llegada de Francisco pudiera saldarse, precisó el jesuita José Tojeira.
«Hasta hace poco la iglesia vio a la Teología de la Liberación como una corriente casi revolucionaria de la fe, pero eso está cambiando y es alentador», expresó el actual director de la Pastoral Universitaria de la
Universidad Centroamericana.
El religioso, de origen español, indicó que el vicario de Roma está consciente que la Iglesia Católica debe estar cerca de los pobres, de ahí que todas estas acciones marquen la diferencia de su pontificado. «Francisco es un Papa que no quiere una iglesia separada», sostuvo Tojeira.
Gutiérrez, de 85 años, ha evitado caer en los errores de los autores de esta y otras corrientes, a los que Juan Pablo II y Benedicto XVI hicieron frente por usar el análisis marxista y justificar la violencia.
A diferencia de esos sacerdotes, algunos de ellos sancionados, Gutiérrez no ha sufrido censuras de la más alta jerarquía eclesiástica.
El sacerdote viajó a Italia para presentar el libro De parte de los pobres, teología de la Liberación, teología de la Iglesia, que hace casi una década escribió con su amigo, el teólogo alemán Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En una entrevista publicada la semana pasada por el portal web Vatican Insider, Gutiérrez dijo que el papa Francisco nunca condenó la Teología de la Liberación.
«Tal vez él esté llevando adelante el Evangelio, no exactamente una teología. Hablar de la importancia del pobre, del compromiso, de la solidaridad con los pobres… Eso viene del Evangelio», apuntó.