Jimi Hendrix, 43 años sin el rey de la guitarra eléctrica

Londres, 18 sep (PL) Quizás B.B. King sea el Rey del Blues, pero sin dudas el monarca de la guitarra eléctrica fue Jimi Hendrix, quien murió un día como hoy de 1970, tras ingerir alcohol y somníferos.

Venerado como el mejor guitarrista en la historia de la música popular, el genial zurdo de Seattle falleció el 18 de septiembre de 1970, aparentemente por la negligencia de un camillero.

Se dice que aún vivía cuando lo encontraron, pero se atragantó con su vómito cuando le movieron la cabeza camino al hospital, y así pasó a la inmortalidad a la edad maldita de 27 años.

A esa edad murieron algunos iconos de la contracultura musical, como Janis Joplin y Jim Morrison, así como el ídolo «grunge» Kurt Cobain, y más acá la malograda diva del soul Amy Winehouse.

Músico empírico y tremendamente trabajador, Hendrix legó no solo una inimitable manera de sacarle música a su Fender Stratocaster, sino tantas grabaciones que aún hoy puede estrenar disco.

De hecho, en marzo pasado salió «People, Hells and Angels», con pistas inéditas del guitarrista que tras reinar en los circuitos londinenses se consagró en el Festival de Monterrey en 1967.

Hendrix cerró aquella gran fiesta organizada por la gente de Mamas and the Papas, con una inolvidable actuación que culminó dándole fuego a su guitarra, después de haberla amado con todo.

Junto a su banda «The Jimi Hendrix Experience» grabó los discos «Are you Experienced?», «Axis: Bold as Love», «Electric Ladyland» y el recopilatorio de grandes éxitos «Smash Hits».

Las constantes presiones para mantener a la banda de gira y en maratónicos festivales empujaron al músico a las drogas, más por mantener el ritmo que por el placer de consumirlas.

Exaltad al Salón de la Fama del Rock and Roll en 1992, Hendrix ha sido elegido el mejor guitarrista de todos los tiempos por revistas como Rolling Stones y Time, por delante de monstruos como Jimmy Page, Eric Clapton o el propio B.B. King.

Además, posee el mejor riff (solo de guitarra) en la historia del rock por su canción «Voodoo Chile», aunque legó otros clásicos como «Purple Haze», «The wind cries Mary» y el intenso «Hey Joe».

El 18 de septiembre de 1970 salió de una fiesta en Londres junto a su novia, Monika Dannemann, quien lo dejó en el Hotel Samarkand, donde el músico ingirió nueve pastillas recetadas para dormir.

Además de la versión de que murió por una mala manipulación en la ambulancia, también se especula que lo asesinó su representante, Michael Jeffery, para cobrar su seguro de vida.

Como sea, bastaron los cinco años de su efímera carrera musical para convertirlo en el ídolo de una generación, una referencia en la música y un creador hipnótico, revolucionario y legendario.

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