El primer relato sobre las apariciones de la Virgen de Guadalupe se realizó en Azcapotzalco, emanado de la pluma de Antonio Valeriano, gobernador de indios de la zona en el Siglo XVI, que lo plasmó en el Nican-Mopohua, texto en náhuatl que lo documenta. Una copia del original de esta crónica, así como 10 mil 800 escritos e imágenes que registran el paso de la delegación en el tiempo, son digitalizados en el Archivo Histórico delegacional, ubicado en la Escuela de Cronistas Carlos Monsiváis, en la demarcación.
Volúmenes de “La Voz de Azcapotzalco”, diario de los años 60 con distribución metropolitana; contratos de renta revolucionarios, imágenes de participantes en desfiles cívicos-deportivos del 15 de septiembre, postales porfirianas de avenidas y calles representativas, así como construcciones emblemáticas ubicadas en la delegación, se pueden encontrar en el acervo, ubicado en el pueblo San Miguel Amantla.
“Queremos rescatar y preservar la historia de Azcapotzalco, y ésta es la mejor manera de mantenerlo, cuidarlo y ponerlo a disposición de los vecinos para su consulta”, señaló Sergio Palacios Trejo, Jefe Delegacional.
De enero a diciembre de 2013 el archivo ha digitalizado actas, cartas, diarios, fotografías, postales y libros que son parte del paso de la delegación en el tiempo, entre ellas una serie de imágenes propiedad del dueño del Dux de Venecia, la cantina más antigua del Distrito Federal (1918), con registros del rodaje de la película “Allá en el Rancho Grande”, filmada a las afueras de la Hacienda Careaga, donde hoy se ubica el Town Center.
“El Dux de Venecia es uno de los sitios emblemáticos, por ahí han pasado grandes personalidades chintololas y su dueño, Enrique Escandón, posee un archivo fotográfico de gran valor”, comentó el Administrador de la Escuela de Cronistas Carlos Monsiváis, Julio Arellano Velázquez.
Con la operación de ocho personas, el centro de documentación trabaja gracias a donaciones y préstamos de vecinos, para preservar y trascender el valor histórico de imágenes y textos que contengan referencias de la demarcación, evitando el deterioro de sus originales físicos, algunos de ellos que datan de inicios del siglo XX. Hasta ahora la información se concentra en 190 sobres, para diferenciar las colecciones a la que pertenecen, de los cuales se han digitalizado el 40 por ciento.