México, 15 ene (PL) El Ejército mexicano continúa su avance hoy por el estado de Michoacán para tratar de controlar la violencia existente en varios municipios debido a la presencia del crimen organizado y de grupos de autodefensa.
La víspera, fuerzas federales dieron por completado el desarme de la policía de la localidad de Apatzingán, una de las más afectadas por incendios, tiroteos y enfrentamientos entre diferentes agrupaciones.
De acuerdo con la prensa de la entidad federativa, suman más de tres mil los efectivos enviados a la región de la Tierra Caliente michoacana para tratar de frenar la ola de delincuencia que azota desde hace varios meses, y que se intensificó el pasado fin de semana.
En la zona permanecen elementos de las secretarías de Defensa Nacional y de Marina, así como de la Procuraduría General de la República, entre otras dependencias.
Asimismo, en la localidad de Uruapan, el Ejército y agentes federales ingresaron a la sede de la policía municipal, donde acuartelaron al personal operativo para una revisión de su armamento.
Un contingente militar se dirigió, además, hacia las poblaciones de Nueva Italia, Chinicuila, Coalcomán, Tepalcatepec y Parácuaro, ocupadas por grupos de civiles armados.
En prácticamente todas estas localidades las autodefensas se opusieron a las acciones de las fuerzas especiales, las cuales intentan que los comunitarios depongan las armas, como pidió el lunes el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio.
Sin embargo, desde las redes sociales las autodefensas llamaron a la sociedad en general a no dar tanto crédito a los medios locales y nacionales sobre las acciones del Ejército en Michoacán.
Al mismo tiempo, denunciaron que los militares cobraron la vida de cuatro personas tras intentar tomar los poblados de Cuatro Caminos y Antúnez.
Los colectivos confirmaron que continuarán la lucha y calificaron de falso el video en el cual uno de sus líderes, José Manuel Mireles, llamaba a bajar las armas.
Por su parte, legisladores del gobernante Partido Revolucionario Institucional y del conservador Partido Acción Nacional dieron su respaldo a la estrategia de seguridad para restablecer el orden en Michoacán, a partir de la cual el Gobierno se propuso asumir el control de la seguridad del estado.
En cambio, diputados de los partidos de la Revolución Democrática y del Trabajo consideraron que el acuerdo entre el Ejecutivo y las autoridades locales solo responde a una coyuntura por la situación de violencia excepcional existente ahora.
Por eso, criticaron que una vez más quede fuera un programa integral para contrarrestar el problema.