Redacción.- Se abre un enorme libro, entre sus páginas se relata una bella historia que apuesta por la capacidad de abstracción y reflexión de los pequeños, quienes son invitados a adentrarse en las palabras de cada una de las hojas de un cuento conmovedor y sensibilizador.
A partir del 15 de febrero y hasta el 9 de marzo, la puesta en escena Pato, muerte y tulipán, autoría y dirección de Haydeé Boetto, basada en el cuento de Wolf Erlbruch, tendrá una temporada en el Teatro Benito Juárez del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Dos personajes dan permiso de habitar junto a ellos el relato, los asistentes pueden perderse y encontrarse ya que cada quien tiene algo que decir sobre los temas abordados, sobre las cosas realmente importantes en la vida: los amigos, los juegos, los encuentros, la compañía y también las despedidas.
La historia hecha de papel, palabras, hojas y árboles se robustece de preguntas (¿cómo vivimos?, ¿cómo morimos?, ¿qué es eso de estar vivo un día y de pronto desaparecer?), llaves para abrir respuestas normalmente aplazadas.
Pato, muerte y tulipán cuenta con las actuaciones de Daniela Arroio y Micaela Gramajo, quienes a través de su trabajo actoral y la manipulación de títeres, van narrando la historia del encuentro entre un pequeño animal y un ente al que siempre se le tiene miedo.
Dos personajes se topan de frente, un curioso e inocente pato y la Muerte, aquella que se le presentó a Macario, de Bruno Traven, pidiendo comida; a la que se le escapó Francisca, del cuento de Onelio Jorge Cardoso; esa misma que también habló con Julia en Pacamambo, de Wajdi Moauwad.
Esta vez, la Muerte se mantiene callada, tranquila, se acerca al pato para cuidarlo, estar alerta por si algo llegará a pasar. No acecha más bien acompaña, no atemoriza sino explica, no llega con guadaña sino con una flor.
Basada en el cuento El pato y la muerte del ilustrador y escritor alemán Wolf Erlbruch, la obra busca internar a los niños al tema de la muerte pero desde una dimensión comprensiva y de entendimiento de un proceso natural en la existencia.
Como apunta una editorial argentina: “Erlbruch consigue que nazca un tulipán en algún lugar de nuestro desordenado corazón. Un tulipán sin edad para niños, para nosotros y para los que ya piensan en marchar.”
La actriz, improvisadora y directora Haydeé Boetto estudió Literatura Dramática y Teatro en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ha participado en los montajes Zorros chinos, Malas palabras, ¡¿Quién te entiende?!, UGA, La comedia de las equivocaciones y Réquiem, entre otras.
Trabajar con agrupaciones como Seña y verbo le ha permitido tener una sensibilidad especial para desarrollar un lenguaje certero que apela por una conexión emocional con el público para, en este caso, dimensionar la pérdida de las personas que queremos, que nos dejaron algo y que su presencia es eterna y entrañable.
El equipo creativo lo integran: Jacobo Lieberman (música original), Edyta Rzewuska (escenografía y vestuario), Matías Gorlero (iluminación) y la propia Boetto junto con José Agüero y El Taller de las manos (títeres).
Pato, muerte y tulipán se presenta sábados y domingos, a las 13:00 horas, del 15 de febrero al 9 de marzo en el Teatro Benito Juárez (Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc, cerca del Metrobús Reforma). Boletos en taquilla y en el sistema Ticketmaster. Localidades: 122 pesos, entrada general. 50% de descuento a estudiantes, maestros, militares e INAPAM con credencial vigente.