La historia del tabaco, del Habano y de Cuba

La Habana, 24 feb (PL) Con la apertura hoy del XVI Festival del Habano, la presencia de más de mil personas de 70 países traen a la mente la historia del tabaco y en particular la referencia cubana.

Rodrigo de Xerez y Luis de Torres fueron los mejores hombres de Cristóbal Colón, esta era toda una patente para la gran aventura que además de llegar a América seria descubrir el tabaco.

Por ello los escogió el 2 de noviembre de 1492 para llevar las cartas de presentación de los Reyes Católicos al emperador de los chinos, confundidos con China y el ansiado Cipango (Japón), por el cual habían hecho el viaje, pero estaban en Cuba.

El 27 de octubre de ese propio año, la flota española había llegado a tierras de la isla antillana; sin embargo, la primera eventualidad la aportaron Xerez y Torres el 4 de noviembre cuando dieran informes de lo que luego se llamara Tabaco.

Los emisarios de Colón vieron a los indios con unos tubos de hojas en los labios, en el cacicazgo taíno de Maniabón, en la región oriental de la ínsula.

Sobre este hecho, el propio fray Bartolomé de las Casas dejaría constancia escrita en su diario y a partir de él se acumularían una serie de sucesos, hasta el punto de que el incipiente hábito de fumar de Xerez le provocó cárcel en España.

Bautizada por los científicos como Nicotiana Tabacum, la palabra con la cual los aborígenes cubanos la designaban era Cojiba, Cohoba o Cohiba.

Esta planta parece ser nativa de Sudamérica, de la familia de las Solanáceas. A la llegada de los españoles los aborígenes la cultivaban, por lo cual todo conduce a confirmar la paternidad cubana del tabaco.

El cultivo del tabaco fue permitido por Real Cédula del 20 de octubre de 1614, idéntico documento que prohibía su comercialización.

El monopolio de la hoja también surge por Real Cédula el 18 de diciembre de 1740, carta que permite la creación de la Real Compañía de Comercio de La Habana.

A partir de ese momento aparecen períodos de estanco y desestancos, guerras y pedidos, hasta convertirse en una de las primeras industrias cubanas.

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