Seúl, 24 feb (PL) Los Ejércitos de Sudcorea y Estados Unidos iniciaron hoy las maniobras bélicas conjuntas Foal Eagle y Key Resolve, con una presunta vocación defensiva que esconde otros objetivos.
Para tal fin, los norteamericanos movilizaron a miles de soldados que se suman a los 28 mil 500 ya destacados en la península coreana y desplazan armamentos nucleares, en una clara amenaza a la seguridad y estabilidad de la región.
El simulacro militar ensaya respuestas contra escenarios de provocación o contra señales de un ataque atómico.
Mientras, en el complejo turístico de Kumgang, en la República Popular Democrática de Corea, continúa el encuentro de familiares separados por la guerra de 1950-53, como reflejo de que el lenguaje de la paz puede más que el de la guerra.
Se trata de 100 familias, integradas en su mayoría de personas octogenarias, que concluirán mañana un reencuentro de seis días, después de poco más de tres años sin efectuarse.
La primera de esas reuniones aconteció en 1985, la segunda, en 2000, y luego hubo otras más, en las cuales casi cuatro mil coreanos de ambos lados de la artificial frontera, disfrutaron de un momento de distensión, alegría y recuerdos.
El encuentro de ahora estuvo a punto de no desarrollarse a causa de la realización de los ejercicios bélicos de Seúl y Washington, aunque las dos partes de la península acordaron desvincular el evento bélico del humanitario.
De Pyongyang partió la iniciativa de rescatar las citas de familias separadas por la guerra cuando invitó a su contraparte peninsular a evitar insultos y abrir una etapa de reunificación.
Aunque no renunció a calificar esos simulacros militares de peligrosos y amenazantes, en tanto que van dirigidos a cosechar hostilidad contra la parte norte de la península.
En esta oportunidad, según consignó el Ministerio sudcoreano de Defensa, no se verifica movimiento alguno inusual del Ejército norcoreano.