El Cairo, 14 may (PL) Un golpe de suerte, y un poco de suspicacia, permitieron a la Policía egipcia encontrar un escondrijo de antigüedades enterradas en un sitio arqueológico para comercializarlas en la primera oportunidad, se supo hoy de fuente oficial.
Un reporte del Ministerio de Antigüedades dio cuenta del hallazgo durante una inspección de rutina de «un agujero lleno de antigüedades» en el sitio arqueológico de Badrashin, en la provincia meridional de Giza, fuente perenne de hallazgos de piezas de la era faraónica.
Esa gobernación, colindante con esta capital, está las famosa pirámide de Kops, una de las siete maravillas del mundo antiguo, y la misteriosa Esfinge, que los árabes llaman Abou el Hul o Padre del Terror.
Las piezas fueron escondidas para en el primer descuido extraerlas e introducirlas en el mercado negro de antigüedades, acorde con el informe del ministerio.
Los primeros exámenes han permitido determinar que las piezas, entre ellas un pedazo de lápida de granito y fragmentos de cerámica que datan del Reinado Medio o Período de la Reunificación, entre los años 2055 y 1650 a.n.e.
Pero como todo tiene su lado positivo, el hallazgo aconsejo a las autoridades profundizar las excavaciones en busca de nuevos descubrimientos, ahora con mayores medidas de seguridad para mantener a raya a los ladrones de tumbas, ese oficio tan antiguo como las pirámides mismas.
Los expertos estiman que a pesar de los constantes hallazgos de tumbas con momias incluidas y otros artefactos, los suelos egipcios aún guardan el 70 por ciento de sus tesoros arqueológicos.