Obama presionado por crisis en política exterior

Washington, 6 sep (PL) El presidente estadounidense, Barack Obama, enfrenta hoy fuertes presiones internas para que cambie su enfoque sobre como solucionar las crisis de política exterior en el Medio Oriente y en Ucrania.
Si embargo, pese a las fuertes criticas y la caída en las encuestas, el mandatario parece dispuesto a mantenerse fiel a su enfoque de una política exterior donde jueguen un papel sus aliados occidentales, comenta este sábado el diario digital The Hill.
Reseña la publicación que en Ucrania, las llamadas se intensifican para que el presidente proporcione unilateralmente a Kiev asistencia militar letal, mientras se encuentra bajo la presión de los miembros de ambos partidos para expandir una campaña de ataque aéreo contra el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS).
Subraya que el mandatario se resiste a la presión, al tiempo que es partidario de la adopción de un enfoque medido que se apoya en aliados y socios regionales para ayudar a limitar los riesgos de la política exterior.
Sobre Ucrania el mandatario estima que nuevas sanciones estarán muy influenciadas por las consultas en Europa.
Mientras que sobre el Medio Oriente dijo que las potencias aliadas «tienen que actuar como parte de la comunidad internacional para degradar y en última instancia destruir» a los grupos yihadistas que ocupan parte del territorio iraquí y de Siria.
Según trascendidos, el Secretario de Estado John Kerry solicitó a los países de la OTAN que informen a su país en las próximas dos semanas de las medidas en la que se comprometían a ayudar en esa misión.
Según estimó Tommy Vietor, un ex portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, Obama es partidario de un enfoque multilateral como la única forma de ser eficaz al abordar la crisis en esa región levantina.
Sólo Gran Bretaña y Francia tienen la capacidad de ofrecer asistencia de aire significativa para una campaña contra la insurgencia extremista, estiman analistas políticos.
Por otra parte, Obama se reunirá este martes en la Casa Blanca con los líderes de la Cámara de Representantes y del Senado para abordar la crisis.
El mes pasado, el presidente autorizó una campaña de ataque aéreo limitado contra los extremistas islámicos en medio de preocupaciones de una posible masacre después de que el grupo rodeó a una minorías iraquíes en una cadena montañosa.
Ahora el mandatario considera la posibilidad de expandir esa misión a una campaña ofensiva más amplia contra ISIS, y también pesa la posibilidad de lanzar ataques en Siria.
Según el diario The New York Times, el montaje de una coalición para luchar contra el ISIS es particularmente importante para un presidente cuya llegada inicial al escenario mundial se centró en torno a su oposición a la guerra en Irak.

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