(Agencias) La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció la noche del pasado miércoles que pidió la renuncia a todos los ministros de su gobierno y que realizará cambios en el gabinete dentro de las próximas 72 horas. La mandataria dijo que los cambios que llevará a cabo se deben a «múltiples elementos» y que espera que la medida fortalezca al Ejecutivo para impulsar las reformas en Chile.
Esta decisión tomada por Bachelet es un intento por contener la crisis del Gobierno y de las instituciones chilenas, cuando su popularidad está en un 31% y el rechazo a su gestión ha alcanzado un récord histórico de un 64%. Esta decisión era esperada hace semanas por el mundo político, a raíz de los escándalos de financiamiento irregular de la política investigados por la Fiscalía.
Sebastián Dávalos, primogénito de la mandataria está siendo investigado por la fiscalía por un millonario negocio inmobiliario que realizó junto a su esposa, Natalia Compagnon. Bachelet admitió que su hijo fue «imprudente» al participar en una reunión en noviembre de 2013 con el empresario Andrónico Luksic, vicepresidente del Banco de Chile, en la que se fraguó la entrega de un crédito millonario a la empresa de Compagnon, en la que también trabajaba Dávalos.
El cambio de gabinete era una medida esperada en los partidos oficialistas y los de oposición, aunque Bachelet justificó que no lo anunció antes porque el Gobierno se había centrado en responder a los desastres naturales que han afectado distintos puntos del país. Entre estos se cuentan las erupciones de los volcanes Calbuco y Villarica.
Bachelet se ha dado algunas horas para terminar de conformar su nuevo equipo de colaboradores, que con toda probabilidad contará con la presencia de varios de los ministros que actualmente conforman el Ejecutivo.