Desde aquel amparo concedido por la Suprema Corte de Justicia Nacional, en donde cuatro particulares solicitaron el año pasado a través de un amparo el cultivo, distribución y uso de mariguana y a través de esa vía hicieron historia éstos cuatro ciudadanos para el consumo recreativo de la droga solo para quienes interpusieron el amparo.
Ese mismo año totalmente al otro extremo a lo que es una verdadera aplicación justificada médicamente, otro juez pero en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, concedió un amparo a los papás de una menor de ocho años ordenando a las autoridades federales para importar al país un medicamento elaborado con cannabidiol (CBC), un aceite derivado de la planta cannabis sativa o marihuana, sin efecto alguno psicoactivo para controlar los episodios de epilepsia en exageración siendo muy constantes las convulsiones y espasmos incontrolables por las que estaba pasando esta pequeñita niña.
Totalmente dos casos diferentes, y dos derechos legítimos en donde el primer caso es seguramente el más cuestionado generando polémicas en diferentes sectores de la sociedad.
Ahora bien, cuantos de ustedes se han cuestionado si tienen alguna droga en su casa sin importar de que clase. Aunque la mayoría de las drogas se prescriben a adultos que la necesitan medicamente, muchos mexicanos de todas edades están consumiendo una gran cantidad de ellas.
Pero también están aquellos improvisados en donde sus fines médicos terminan en un coctel de éstas usándose con mezcla de alcohol o cualquiera otra bebida embriagante para dizque “gozar” el momento.
El uso de la mariguana ha sido una lucha en términos legales para su uso entre el 2002 y 2008 siendo ese último año en donde aquellas iniciativas para reformar la Ley General de Salud para legalizar la siembra, el cultivo, el consumo y la distribución de la mariguana, organismos como los Centros de Integración Juvenil y otros sectores de la población la han considerado como erróneas desde muchos puntos de vistas, pero todas éstas terminan en lo mismo: En la salud.
Existen fundamentos científicos e investigaciones que indican los serios daños físicos y psicológicos que produce esta droga, y los problemas que han acarreado para la seguridad de los países en donde han permitido la legalización del consumo de mariguana como uso recreativo.
Su legalización en nuestro país se está dando de manera lenta, pero con sus avances en donde argumentos contradictorios a lo que se debe de legalizar o no, tienen cada vez más peso como lo ha sido el caso del tabaco y el alcohol, es decir, quién determina qué es perjudicial para la salud cuando ahí existen los indicadores sobre la cantidad de muertes causados por el cáncer de pulmón por el consumo de los cigarros y no se diga los índices de accidentes automovilísticos por ingerir bebidas alcohólicas terminando en episodios lamentables con pérdidas de algún familiar o ser querido.
Cada quien expone una explicación para hacer valedero su consumo de alcohol, considerándose como un alimento, ayudando al organismo en convertirlo en combustible para quemar los tejidos grasos. También que el alcohol en unas horas desaparece del cuerpo, pero las sustancias tóxicas de la mariguana se retienen produciendo efectos dañinos en él por años.
En cuanto a la legalización de la mariguana como uso reactivo hay políticos que lo consideran la solución para aminorar los efectos del narcotráfico, es por eso que se ha puesto en la mesa de discusión.
Pero también es cierto en su rama medicinal la mariguana tiene el valor terapéutico para tratar glaucoma, asma y para aliviar las náuseas de los pacientes de cáncer durante la quimioterapia. Sin embargo, usarla sería como dar de comer a las personas pan enmohecido para administrarles penicilina.
No importa que la conozcan como cáñamo indio, marihuana, mariguana, marijuana, hachís, pasto, ganja, o sencillamente yerba, fumar marihuana ha llegado a ser un pasatiempo común para millones de personas que alientan el mundo del narcotráfico.
Tan solo recordémonos que la mariguana es la droga ilegal de mayor consumo entre la población mexicana, sino solo basta con ver los resultados de la Encuesta Nacional de Adiciones que fue en el 2011 y comparativamente del 2008 a la última aumentó de 3.9 a 5.7 millones de personas que consumen drogas ilegales entre ellas la mariguana.