Prepotencia e irregularidad en ruedas

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

La evolución del hombre como especie ha crecido tanto y muy rápido que ni siquiera nosotros mismos nos percatamos de ello. Un ejemplo de ello era la mortandad en donde antes era de promedio de los 40 a 60 años y ahora es de los 80 en adelante la muerte de vejez.

Pero no solo eso también se ve reflejado en las ciudades del mundo en donde se manejan un alto nivel de actividades económicas, ya sean comerciales, empresariales o industriales hacen sus estructuras sociales complejas involucrándose como parte elemental del sistema el transporte.

Los problemas más importantes relacionados con éste se encuentran en las zonas urbanas donde el transporte público por innumerables situaciones no logra satisfacer las necesidades de la movilidad urbana.

Hay que estar conscientes que la productividad dentro de las ciudades depende en gran medida en la eficiencia de su transporte para movilizar a los trabajadores, consumidores y proveedores a diferentes destinos de la urbe.

Algunos problemas son tan antiguos como la misma Roma, siendo la congestión que aunado con los automóviles aumentan la demanda de infraestructuras de transporte así su importancia en espacios particularmente en las zonas del centro. A la par con la congestión de las personas gastan grandes cantidades de dinero para subirse y tomar dos o tres camiones para llegar a un destino consumiendo también su tiempo en el trayecto entre sus viviendas y el lugar de trabajo.

La mayoría de ellos están por debajo de la cantidad en las horas picos creando una incomodidad para los usuarios en la saturación dentro de éstas unidades teniendo que soportar el calor corporal y el famoso “arrimón”.

Este factor aparentemente no influye mucho pero solamente basta con ver que su impacto por las congestiones ha llevado a la reacción de la desaparición de muchos mercados, comercios o negocios de cualquier rubro a ser desplazadas por los centros comerciales brindando un mejor espacio al transporte en general, pero sobre todo beneficiando a los particulares.

Otro de los nuevos problemas son el impacto ambiental donde las chatarras de transporte nada más contaminan con su humo y los líquidos de los motores derramados en la carpeta asfáltica dentro de la ciudad donde los concesionarios simplemente cambian el cascaron dejando muy poco que desear visualmente recordándonos a aquellas películas protagonizadas por Mel Gibson de “Mad Max”.

Tampoco hay que olvidar que al crecimiento del tráfico en las zonas urbanas se vincula un crecimiento muy alto de los accidentes y muertos, en especial causados por éstos monstros del transporte.

Ninguno de estas temáticas es ajeno a los ciudadanos de cualquier ciudad del mundo, pero en el nuestro predomina mucho la problemática de la amenaza de los concesionarios, como el de sus síndicos con los bloqueos con sus unidades en calles y dejando sin servicio de transporte a la gente teniendo que ceder las autoridades a las demandas de éstos.

Nadie ha podido solucionar este problema que aparentemente se ve tan fácil pero es más complejo de lo que parece en donde irónicamente las concesiones son del municipio y otra parte de particulares en donde tiene la obligación de cumplir las demandas solicitadas por cada municipio.

Pero contrario a eso tal parece que los concesionarios son los dueños y son ellos los que siempre demandan requerimientos de aumento y rutas que no van acorde al crecimiento de la población sino solamente a las necesidades que demanda la población.

Para poder estar a un nivel competitivo para tener buena calidad del transporte público a nadie se le ha ocurrido hacer las licitaciones a nivel nacional para que participen verdaderos empresarios quienes pongan un orden en ello.

La desaparición de la comisión de transporte para hacer un fidecomiso en donde exista la transparencia de los dineros y a su vez obligaría que sus choferes tuvieran el derecho al Seguro Social y su participación en la Secretaría de Hacienda cumpliendo las obligaciones de cualquier contribuyente y se acaben los miles de la irregularidad y por lo tanto el negocio informal que transita tan descaradamente en las ciudades del todo el país.

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