¿Quién se acaba a quién?

Guillermo Robles Ramírez

Por Guillermo Robles Ramírez

Ahora sí como diría el personaje de la novela “El Señor de los Cielos: Ya pareces disco rayado”, así igualito se encuentra el Instituto Mexicano del Seguro Social, en donde no se cansan de estar culpando a los derecho habientes que se están acabando a la institución por la exagerada demanda que están teniendo los pacientes y ante este problema se ve reflejado en la carencia de médicos en donde el derecho habiente tiene que estar esperando días antes de pasar a una consulta o si se trata de un especialista y cualquier tipo de examen clínico en donde nunca se ponen de acuerdo.

Pero no solo eso también este instituto de salud gubernamental no se cansa de culpar que la falta de recursos es por culpa de los pagos puntuales de los contribuyentes, o sea los empresarios que no pagan las cuotas y por otro lado se quejan mucho de la gran cantidad de pensionados que tienen que mantener.

Bien lo dijo alguna vez San Mateo:” 7:1-5 No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2.- Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 3.- ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4.- ¿O cómo dirás a tu hermano: ¿Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 5.- ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.”

Gran enseñanza registrada en el libro más antiguo del mundo, teniendo como único mensaje el juzgar a los demás sin tener tiempo de mirar sus propios defectos.

El Instituto de Salud, más grande e importante del país, se preocupa tanto por el sostenimiento en el futuro por la falta de recursos para mantener a los derechohabientes, jubilados y pensionados que se ha visto a la necesidad de condicionar a los patrones que al momento de registrar a un nuevo trabajador tiene que ser “obligatoriamente”, con dos salarios mínimos; con la justificación de que es insuficiente para que una persona pueda sostenerse.

Muy a pesar que, en la Ley Federal del Trabajo, dice en su artículo 90, que el salario mínimo es el monto mínimo que deberá pagarse en efectivo por los servicios prestados en un día de trabajo y el artículo 61 define que la duración máxima de la jornada laboral es de 8 horas durante el día, 7 para jornadas nocturnas y 7 y media para las jornadas mixtas. También en el artículo 85 de la Ley del Trabajo, el salario pagado a un trabajador (nunca menor al salario mínimo) debe basarse en una jornada normal de 8 o 7.5 horas (cuando es nocturna).

Pues con todo y esto de manera injusta, arbitraria y abusiva impide que cualquier patrón contrate bajo las condiciones del IMSS, que porque dizque el “sistema”, no lo permite dar de alta a alguien si no es con un mínimo de dos salarios, no dejando opción al patrón de mejor no contratar a nadie que exija las prestaciones de Ley, porque simplemente no tiene la liquidez para pagar el salario más aparte los impuestos que ésta misma cobra.

El mismo Instituto Mexicano de Seguro Social, obliga a la parte patronal a tener que ofrecer trabajos sin prestaciones, y ante la falta de ingresos, con el estómago “amarrado” es más que obvio que cualquiera va aceptar bajo esas condiciones con tal de ganarse el dinero dignamente, dejando a la suerte del tiempo que algún día pueda tener mejores ingresos el patrón y poder darlo de alta ante el Seguro Social.

Ahora bien, la mayor parte de las pérdidas del IMSS, no está en lo que ellos dicen o señalan, sino en lo que realmente ocultan entre los pasillos del Instituto y su departamento de jurídico.

El despilfarro fuerte dentro de este Instituto, radica en las demandas recibidas por negligencias médicas, la cual el 50 por ciento de las denuncias se las lleva el Seguro Social, según información proporcionada por la Comisión Nacional de Arbitraje Médico.

Todos hemos escuchado historias de negligencias médicas por parte del IMSS, sin embargo, ninguna de éstas sale a luz pública. Sería bueno que se transparentara o auditara la suma de todos los pagos de las denuncias interpuestas por los derecho habientes para ver las millonadas que han tenido que pagar por los “pequeñísimos” errores cometidos y solamente así podremos valorar porque el Seguro Social anda tan mal en sus finanzas. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

 

Deja tu comentario