A tiro de piedra: El Gabinete y buen gobierno

Julian Santiesteban (@JulianIsaac77)

Toda revolución se evapora y
deja atrás una estela de burocracia
Franz Kafka

A más de dos meses de que el gobernador electo, Carlos Joaquín González, inicie su periodo de gobierno, las especulaciones con respecto a quienes integrarán su gabinete han comenzado a estar presentes en el ánimo público, como si la incorporación de algunos actores políticos fueran garantía de buen o mal gobierno; mientras en la agenda pública estatal sólo se observa una ausencia cada vez mayor de los que se van, sin conocer a detalle a los que llegan.
La ciudadanía quintanarroense, aunque cada vez más participativa, no ha perfilado peticiones concretas, más allá de la urgente necesidad de hacer justicia ante los desfalcos económicos, olvidando que los primeros cien días de gobierno son por tradición la etapa en la que los gobernantes suelen mostrar la dinámica que habrá durante sus administraciones y, para el caso de Quintana Roo no debe ser la excepción, por lo que el inicio de los procesos administrativos y hasta judiciales en contra de los antecesores al gobierno de Joaquín González deberá ser sólo una vertiente de actuación, pero no la actuación misma de todo el aparato gubernamental.
Ahora bien, la ausencia del gobernador electo puede entenderse como un respeto a quien aún ostenta el cargo, pero lo cierto es que hay ya una demanda ciudadana a quien asumirá el poder el próximo 25 de septiembre, porque más allá de las ruedas de prensa o mensajes grabados prometiendo auditorías, poco se ha visto a Carlos Joaquín González, quien por cierto señaló en días anteriores que no existía comunicación con el aun gobernante, Roberto Borge Angulo, para efectos de la entrega-recepción administrativa y este, mañosamente, respondió que el mandatario electo no ha designado siquiera al grupo que recibirá la administración. Y de ahí de nuevo el silencio.
En este panorama, y mientras el gobernador saliente intenta congraciarse de nuevo con “el centro”, delineando el proceso para echar atrás las reformas denominadas “paquete de impunidad”, la especulación sobre quienes acompañarán a Carlos Joaquín González crece, a tal grado que hasta el mismo alcalde capitalino, Eduardo Espinosa Abuxapqui, ya se ha anotado para integrarse “si es que lo invitan”; junto con sus descendientes y allegados ¡faltaba más!
¿Porqué es importante conocer los temas del gobierno más que sus integrantes? Porque el sur del estado sigue al garete, a pesar de que el gabinete de Roberto Borge Angulo fue mayoritariamente sureño; porque el empresariado del norte dedicado al turismo no sabe aún si tendrá las posibilidades de recuperar las playas, si los esquemas de promoción se reformarán o renovarán, si se establecerán mecanismos efectivos de gobernanza en los que los ciudadanos puedan ser partícipes de la acción gubernamental y si, en concreto, verdaderamente se tendrá un gobierno diferente, cercano, eficaz y eficiente. Hasta ahora sólo hay promesas de auditorías, pero con resultados inciertos, porque no se conoce hasta dónde las cuentas públicas locales lograron “cuadrarse.”
Las exigencias son para Carlos Joaquín González, porque de la actual administración no se espera nada, ni siquiera una entrega responsable; es tiempo de que el gobernador electo renueve esperanzas, pues los ánimos de venganza sólo se acallan con expectativas de una buena administración. Parte de esa tarea deberá hacerse una vez iniciada la tarea; pero, en tanto ello ocurre, ¿seguirán los quintanarroenses padeciendo olas delincuenciales y viviendo en la zozobra de un gobierno que no termina de irse y que no deja de agraviarlos; un día con delitos, otro con “paquetes de impunidad” y hasta con “boletinazos” embusteros que aseguran que todo transcurre bien?
Temas y no nombres es el reto, presencia efectiva y planeación de gobierno responsable; pero desde ahora, no hasta que “muera el rey”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

Como siempre, le dejo notas que fundamentan lo expresado.

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