Don Quijote, op. 35 de Richard Strauss

Si se me permite perpetrar una mala broma lingüística en alemán, que es un idioma que no hablo, me atrevo a decir que Richard Strauss podría ser calificado como un Heldenkomponist. Traducido al castellano, este término que acabo de inventar significa compositor heroico. Y si bien esto no pasa de ser un intento de humor musical, es posible hallar algunos datos que asocian directamente a Strauss con el concepto de lo heroico. De entrada, no está de más mencionar una biografía del gran compositor alemán, escrita por George Marek, que lleva por título Vida de un antihéroe. Por otra parte, una rápida mirada al catálogo de Strauss en el ámbito del poema sinfónico, género en el que fue un auténtico maestro, nos revela una larga lista de héroes (o antihéroes) como protagonistas de tales obras. Entre esos héroes encontramos a Don Juan, a Zaratustra, a Till Eulenspiegel y a Macbeth, cada uno de los cuales da su nombre a un poema sinfónico de Strauss. Por si ello fuera poco, tenemos el poema sinfónico titulado Una vida de héroe, en el que el héroe en cuestión es el inmodesto Richard Strauss en persona. Y en la Sinfonía doméstica, que a pesar de su título es otro poema sinfónico, los héroes son tres: Strauss, su mujer y su bebé.

La lista de héroes en la vida musical de Strauss puede ser coronada aquí con el Caballero de la Triste Figura, el inmortal Alonso Quijano, mejor conocido como Don Quijote de La Mancha, al que Strauss dedicó uno de sus poemas sinfónicos más complejos y ambiciosos.

Después del juego de palabras con que inicié este texto, me doy ahora el lujo de iniciar la segunda parte con un clásico dato de trivia musical, de esos que enriquecen los tiempos muertos en que los melómanos vanidosos se acribillan a preguntas. Por lo general nos referimos a esta obra simplemente como Don Quijote, pero ¿cuál es el título completo que Strauss le dio a este poema sinfónico? La mejor forma de averiguarlo es consultar un facsímil de la carátula de la edición original de la partitura. Ahí, grabado en una elegante y típicamente romántica ensalada tipográfica (y en alemán, claro), hallamos lo siguiente:

Dedicado a mi amigo Joseph Dupont. Don Quijote (Introducción, tema con variaciones y final). Variaciones fantásticas sobre un tema de carácter caballeresco, para gran orquesta, compuesto por Richard Strauss, op. 35.

Y para los verdaderos amantes de la trivia, informo que la misma carátula indica que junto con la partitura orquestal original, la casa editora Joseph Aibl de Munich puso a la venta una versión de Don Quijote para piano a cuatro manos, y otra para dos pianos a cuatro manos, en transcripciones de Otto Singer, al módico precio de ocho marcos cada una… ¡Basta de trivia!

Strauss compuso su Don Quijote al mismo tiempo en que se ocupaba de escribir Una vida de héroe, entre 1897 y 1898. Este paralelo cronológico no fue una simple coincidencia en el trabajo cotidiano de Strauss, sino que marca una relación conceptual cercana entre ambas obras, es decir, entre ambos héroes. El mismo Strauss lo definió en estos términos en abril de 1897:

El poema sinfónico Héroe y mundo está tomando forma, y con él, una sátira: Don Quijote.

En otra parte, el compositor afirmaba:

Don Quijote y Una vida de héroe han sido tan completamente concebidos como dependientes uno del otro que Don Quijote en particular solo puede ser completamente comprensible junto a Una vida de héroe.

¿Se refería Strauss a algunas posibles coincidencias estrictamente musicales entre estas dos obras, o estaba queriendo decir de una manera no muy discreta que se consideraba a sí mismo como una especie de Quijote, como un idealista soñador incomprendido por sus contemporáneos? En su biografía de Strauss mencionada arriba, George Marek hace algunas interesantes observaciones sobre esta obra. Entre ellas, ésta:

Uno siente que Strauss disfrutaba de lo que hacía. No busca efectos forzados o extramusicales ni trata de profundizar en forma artificial. Aunque Don Quijote es complejo, ingenioso y técnicamente asombroso, resulta natural y sencillo. Es cálido como Till Eulenspiegel, pero menos alegre; la tristeza prevalece sobre la comedia, tal como en la novela de Cervantes.

Después de una introducción en la que Strauss se muestra una vez más como un genial orquestador, escuchamos el tema de Don Quijote, que es representado a lo largo de la obra por un violonchelo. Más adelante, el tema de Sancho Panza, personificado por una viola. Después de la presentación formal de los protagonistas, Strauss nos ofrece una serie de diez variaciones sobre esos temas, cada una de las cuales está basada directamente en un episodio de la gran novela de Cervantes; queda a la imaginación del que escucha el reconstruir cada episodio a partir de sus elementos sonoros. O en su defecto, consultar los títulos descriptivos que Strauss puso a cada variación. Después de la última de ellas, Strauss remata el poema sinfónico con un episodio final de contornos contemplativos y agridulces que es un buen reflejo de las últimas páginas de la obra de Cervantes.La primera audición del Don Quijote de Strauss se llevó a cabo en la ciudad de Colonia el 8 de marzo de 1898, bajo la batuta de Franz Wüllner.

https://www.youtube.com/watch?v=0lVnaQjofxk
Mario Brunello, cello | Orquesta de la Nueva Rusia, dirige Yuri Bashment

Fuente: Juan Arturo Brennan para La Orquesta Sinfónica de Minería

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