Pasión deportiva llena los estadios en Río 2016

Por Héctor Miranda (enviado especial)

Río de Janeiro, 8 ago (PL) Las competiciones olímpicas mantienen el interés de los brasileños tres días después de inaugurados los Juegos y la mayoría de las instalaciones permanecen llenas de la mañana a la noche.
En el Parque Olímpico, ubicado en Barra de Tijuca, donde convergen numerosos deportes, varios miles de personas hacen tiempo fuera de las canchas, en espera de sus turnos para disfrutar la competición del momento.
Mientras, dentro, otros miles disfrutan el último partido de tenis, la eliminatoria de judo, o un choque de baloncesto.
Incluso, las filas son largas en los lugares donde se compran los boletos o donde se realizan los chequeos para entrar, siempre bajo estrictas medidas de seguridad y la mirada atenta de oficiales del ejército, movilizados para la ocasión.
Andy Leitao, por ejemplo, no quiere perderse ni un partido de tenis. Ayer disfruto la victoria del español Rafael Nadal ante el argentino Federico Delbonis, vio dos partidos de dobles, y luego respaldó al serbio Novak Djokovic ante el también argentino Juan Martín del Potro.
Antes estuvo en el judo, donde se encuentra ahora, antes de volver a la sede del tenis olímpico.
Estoy de vacaciones. He trabajado mucho durante el año para ahorrar dinero y poder ver los Juegos Olímpicos, que son una oportunidad única en la vida. Vengo solo porque mi esposa cuida al niño de ambos que es muy pequeño, pero ella vendrá también, aunque solo a los partidos más importantes, declaró.
Diego Jesús y Manuel Alberto son dos argentinos que comparten condominio con periodistas de varios países y también andan de instalación en instalación para tratar de aprovechar al máximo su estancia en Río.
Es caro el hospedaje. Tenemos que pagar 450 dólares diarios por un apartamento pequeño y no podemos darnos el lujo de perdernos la posibilidad de ver el tenis, el fútbol, el baloncesto o el judo, advierte Diego.
Según Manuel, apoyamos a los argentinos pero lo nuestro es el deporte, disfrutar cada competencia, vivir el ambiente de los Juegos, que, de por sí, es único.
Ricardo Leao, a quienes todos llaman Ricardinho, al más puro estilo del fútbol, forma parte de la amplia legión de voluntarios que ayuda a las personas a encontrar las diferentes áreas de competencia, para lo cual apela a sus conocimientos de idiomas extranjeros.
Hablo inglés, francés, español, japonés y un poquito de chino y cuando aparece algún asiático perdido, siempre lo mandan para donde estoy, aunque a veces llegan hasta mongoles y entonces me doy cuenta de que es necesario estudiar más.
Mientras, cientos de personas continúan su ir y venir en busca de alguna actividad deportiva, lo que se sobra por estos días en la llamada Ciudad Maravillosa, la cual sigue adelante con sus Juegos, a pesar de las críticas infundadas de algunos medios de prensa.

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