Por Blas A. Buendía
Cayó el telón para Tanya Müller García, al comparecer ante comisiones de la Asamblea Legislativa, luego de ser núcleo de tantos escándalos a raíz de la muerte del gorila Bantú y lo concerniente a los múltiples problemas por los que atraviesa la Ciudad de México en materia ambiental.
De tal suerte que destacó que diariamente se consumen 46 millones de litros de combustibles fósiles en la capital de la República, entre ellos la gasolina, gas L.P., diesel y gas natural.
Tanya Müller García, secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad de México, compartió puntos de vista en la mesa de trabajo Calidad del Aire y Normatividad Ambiental, convocada por el diputado Antonio Xavier López Adame, presidente de la Comisión de Preservación del Medio Ambiente, Protección Ecológica y Cambio Climático de la Asamblea Legislativa.
Al presentar su informe, la funcionaria explicó que los factores naturales que influyen en el problema de contaminación atmosférica radican en que la Ciudad de México se encuentra en una cuenca rodeada de montañas que impide la dispersión del aire, por lo cual su dependencia implementó un sistema de Monitoreo de la Calidad del Aire, que opera de manera ininterrumpida desde 1986 y cuenta con 47 sitios de monitoreo, de los cuales 34 reportan en tiempo real la concentración de contaminantes y el resto se utiliza para la colecta de análisis químicos.
Afirmó que a lo largo de su administración se han invertido 81 millones de pesos a fin de dar mantenimiento a la infraestructura del monitoreo, y presentó el Inventario de Emisiones Contaminantes Atmosféricos, un instrumento estratégico que facilita el análisis en la calidad del aire y permite localizar las fuentes emisoras y la cantidad de cada una de estas partículas.
La funcionabilidad de este mecanismo contempla 90 categorías de emisión de contaminantes, compuestos tóxicos y de efecto invernadero en las 16 delegaciones y 59 municipios de la zona conurbada del Estado de México.
Este inventario se realizó utilizando metodologías establecidas en los manuales del Programa de Inventarios de Emisiones de México de la Semanart y de la Agencia de Protección Ambiental de California.
Incluye siete estimaciones que contemplan a comercios y servicios regulados, cambios de usos de suelo, tratamiento de compostas, tiraderos a cielo abierto, hidrocarburos en industrias del transporte y refrigeración, recarga por aire acondicionado y uso de vehículos, así como manteamiento de aire acondicionado a viviendas.
La Ciudad de México es la primera en utilizar el modelo Moves-México, modelo más reciente que localiza emisiones del transporte y da cumplimento a recomendaciones internacionales que otorgan certidumbre, aseguramiento y control de calidad en el aire que respiramos.
Tanya Müller García destacó el uso de la aplicación Aire, que es gratuita y tiene como objetivo acercar información a la población sobre los niveles de contaminación atmosférica que imperan en la capital, a fin de que los ciudadanos estén al tanto y tomen las debidas precauciones en caso de contingencia; esta plataforma, resaltó, tiene alrededor de 165 mil descargas.
Ronda de preguntas
El diputado Jesús Armando López Velarde Campa, de Movimiento Ciudadano, aseguró que el problema de la contaminación ambiental radica en que las políticas públicas no benefician a los usuarios, a los habitantes de la Ciudad de México, ya que se le da la espalda al transporte amigable, que es el caso de los trolebuses. El tema de la calidad del aire es una problemática regional en la que siempre hay omisiones que requieren ser cubiertas.
La diputada Aleida Alavez Ruiz, del partido Morena, cuestionó sobre las condiciones en las que la ciudad se encuentra por las partículas de ozono, ya que dijo no se ha emitido el informe anual 2015.
Recordó que el 22 de junio su grupo parlamentario pidió que se emitiera un documento que establezca el estado que guarda este informe y los avances que se han tenido a lo largo de su administración e hizo hincapié en que si Proaire ha llevado a cabo las acciones necesarias, ya que dijo la ALDF puede ayudar a consolidar el presupuesto correspondiente a fin de llevar a cabo las diversas acciones.
María Eugenia Lozano Torres, también del Partido Morena, dijo que es primordial que en el plan de trabajo es fundamental contemplar que al estar en contingencia ambiental en ningún momento se han frenado las construcciones, ya que hay polígonos de actuación que siguen funcionando por mega construcciones y que han afectado árboles que ayudan al medio ambiente; solicitó que la secretaría tome en cuenta la opinión de los ciudadanos, ya que se pone en riesgo la salud e integridad de las personas que viven en la ciudad.
Al hacer uso de la palabra, el diputado Alfonso Suárez del Real, del mismo partido, cuestionó sobre la poca solidaridad de los gobiernos en el tema de la contaminación de la megalópolis, ya que, resaltó, a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) le recortaron 19 mil millones de pesos y al Fondo de Calidad no se le otorga ningún recurso.
Raúl Flores García, diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) destacó que es fundamental tener un instrumento para enfrentar los retos que vive la ciudad, ya que se involucra la salud de los habitantes y precisó que la contaminación ambiental debe frenarse, ya que diariamente se registran altos niveles de partículas que afectan de manera directa a los citadinos.
El diputado Luis Gerardo Quijano Morales, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) abundó en que Proaire necesita más prontitud y subrayó que no coincide en que las partículas arrojadas por los trabajos en diversas edificaciones no tengan que ver con la contaminación, por lo que enfatizó que debe existir mayor coordinación de la Secretaría con otras dependencias, entre ellas la de Movilidad, a fin de generar mecanismos de apoyo a contingencias.
El diputado Antonio Xavier López Adame, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), resaltó que sin el inventario de emisiones no se tendría manera de dar resultados a fin de saber si se ha cumplido con la reducción de gases que provocan el efecto invernadero, y aseguró que el anexo 30 desaparece, por lo que y corresponderá a las entidades federativas presupuestar de sus propios recursos o acercarse a aquellas otras participaciones federales para conservar el medio ambiente y el suelo.
En este sentido, dijo, lo que se tendría que debatir es el presupuesto de la Secretaría de Medio Ambiente y en qué se aplicará.
Finalmente abundó en que a partir de políticas públicas efectivas se podrán reducir las emisiones que eventualmente tienen que ver con la sustitución del uso del automóvil y el transporte público masivo, por lo que preguntó a la Secretaria, que si consideraba factible un programa para un día de trabajo en casa y horarios escalonados para entrar a trabajar, logrando así una mejor movilidad.