¿También se lo harías a tu madre?

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

Uno de los animales domésticos mejor conocido como el mejor amigo del hombre, es sin duda el perro. Pero esta relación cuánto perdura o también si los perros pudieran hablar sería bueno preguntarles si realmente somos un buen amigo.

Algo imposible ya que ni ellos hablan el idioma del hombre y nosotros tampoco hablamos el idioma “perruno”, sin embargo, para responder esa relación tan bizarra solo falta con ver los hechos.

Dicen que no hay cachorro feo o que se le pueda resistir a un niño, motivo principal por el cual una familia compra un perro, sin importar de donde proviene, es decir, puede ser de la venta clandestina o bien del comercio formal, pero al final no interesa de donde porque la gente sigue comprándolos.

Este cachorro seguramente dará mucha felicidad no solo a los niños y niñas, sino también a la familia que lo adquirió pues todo causa gracia y ternura, hasta esas travesuras tan comunes cuando son perros chiquitos.

Durante esta etapa del cachorro el amor se desborda sobre él, incluyendo hasta el más gruñón o más amargada, pero no falta la demostración de afecto hacia el perro.

En la medida que se va haciendo grande toda esta atención va bajando como la espuma del mar, en donde cada miembro de la familia deja de jugar con el perro, hay discusiones en la casa sobre a quién le corresponde limpiar sus “eses”, hasta para darle de comer o ponerle agua.

Es aquí en esta etapa de la vida del perro en donde se empieza acabar la relación con su amo en donde por desgracia la mayor parte de la gente prefiere liberarlos dejándolos a en su total abandono y a su suerte porque ya les dejó de convenir y en donde se les acabó la gracia.

Esta es la triste historia de millones de perros abandonados por sus amos, y ahora sí vuelvo a cuestionar si el perro realmente considera al hombre como su mejor amigo.

Existe un gran índice de perros callejeros o sin dueños en las calles en cada ciudad, en donde como instinto de mandas se van juntando y evidentemente se multiplican empeorando cada vez más el excedente poblacional canino dentro de las ciudades.

El tener un animal doméstico tiene obligaciones legales como las que existen en la Ley de Protecciones a los Animales del Estado de Coahuila de Zaragoza, y también aquellas que incumben al mismo rubro en los municipios.

Es imposible para cualquier perrera municipal, poder tener cobertura en una ciudad donde no existe la cultura de la responsabilidad de los canes, cuando la mayoría son abandonados por diferentes circunstancias, ya sea porque no tienen tiempo para dedicarle al animal, no tienen la economía para sus vacunas así como sus alimentos y otras irresponsabilidades por las cuales somos los mismos ciudadanos quienes provocan la población canina dentro de las colonias y ciudades.

También la falta de cultura de la esterilización de estos animales domésticos   hace imposible el control sanitario por parte de las autoridades que al ver cuando se enciende un foco rojo por la sobrepoblación canina en algún sector queremos que actué siendo imposible por la falta de recursos y personal para solucionar el problema. Recuerda que cuando tengas un perro también tienes obligaciones y un compromiso moral porque pasa a ser miembro de tu familia y antes de abandonarlo pregúntate si eso mismo se lo harías a tu madre. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

Deja tu comentario