A tiro de piedra: Las comparecencias y sus consecuencias

Por Julian Santiesteban

Si no existe la organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van perdiendo eficacia
Ernesto ‘Che’ Guevara

Cuando todo apuntaba a que la Real Politik se impondría y que las comparecencias de funcionarios al Congreso del Estado para ampliar la glosa del primer informe de gobierno de Carlos Joaquín González, serían un desfile sin sentido de monólogos con marcados efectos somníferos, la XV Legislatura quintanarroense sacó la casta y cuestionó severamente al oficial mayor del gobierno, Manuel Alamilla Ceballos, cuya presentación ante los legisladores no sólo no convenció, sino que lo convirtió en el funcionario más cuestionado del llamado “gobierno del cambio.”

El ex secretario privado del titular de Energía a nivel nacional, Pedro Joaquín Coldwell, fue duramente cuestionado por temas que ya han sido motivo de escándalo local y regional, como la adquisición de uniformes escolares a empresas poblanas en lugar de priorizar al empresariado estatal y la contratación de familiares en cargos privilegiados y con jugosos sueldos, sólo por mencionar algunos temas; y las respuestas obtenidas por parte del aun funcionario es que todo está bien y se hizo siguiendo procedimientos legales. La comparecencia duró más de cuatro horas y tuvo que decretarse un receso, para reanudarla el próximo martes 3 de octubre.

En las comparecencias –y  a lo largo del primer año de gestión de la actual administración- han podido observarse magros resultados también en otras áreas de la administración pública, ahí el caso de Educación, Salud y la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra), ¿por qué entonces la dureza con Alamilla Ceballos? En este espacio lo hemos señalado con anterioridad, porque el funcionario representa todo lo que el “cambio” en el gobierno dijo que erradicaría: contratación de allegados con jugosos sueldos, contratación de empresas familiares como proveedores de gobierno, asignación cuestionada de compras gubernamentales y no olvidar los despidos de personal que hubo al inicio de la administración, necesarios, pero que representó dejar sin ingresos a jefes de familia.

Pero lo importante de las comparecencias radica en sus consecuencias; es decir, en conocer el rumbo que a partir de las mismas tomarán las secretarías cuestionadas, se antoja difícil que sólo por el hecho de comparecer algún secretario sea removido del cargo –que no estaría nada mal-, pero los “modos” de actuar y los procesos administrativos tienen sin duda que modificarse para dar a los ciudadanos los resultados prometidos. La legislatura ha cumplido con el ejercicio republicano de llamar a cuentas a aquellos cuyos resultados no han estado a la altura de las expectativas, falta ahora darle significancia al hecho ajustando lo que tenga que ajustarse.

Faltan aún comparecencias por concluir y algunos otros funcionarios serán llamados para acudir al Congreso local, estemos atentos de los cuestionamientos, pero sobre todo de lo que ocurre a partir de los mismos, pues estamos sin duda ante un ejercicio poco visto en Quintana Roo, pero lo importante no es el “regaño” de los diputados al gabinete estatal, sino lo que ocurra a partir de este segundo año de gobierno que ya inició; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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