Venezuela: los sinuosos caminos del diálogo

Por Luis Beaton

Caracas, 14 nov (PL) El dirigente chavista y ministro de Educación, Elías Jaua, ratificó el lunes el compromiso gubernamental de asistir a la mesa de diálogo convocada para el miércoles en República Dominicana.
Diversas fuentes, gubernamentales y partidistas, opositoras o externas, plantean que el país requiere este proceso para avanzar hacia la estabilidad política y económica, algo que destacó Jaua.
Esta es una gran verdad pero, en el fondo del proceso, hay ocultos intereses de la oposición que al parecer pretenden usar las conversaciones con otros fines aun por esclarecer pero,  que ya se vislumbran, según analistas.
«No sabemos qué va a hacer la oposición. Nosotros vamos a ir como siempre lo hemos hecho, porque el país necesita diálogo, el país necesita estabilidad política y económica, es lo que requiere nuestro pueblo», subrayó Jaua.
«Nosotros somos una dirigencia responsable que no buscamos la confrontación, que no buscamos la inestabilidad, que no vamos a llevar a Venezuela a una guerra», expresó, pero, aun está por verse qué piensa la otra parte.
Estadísticas divulgadas por el presidente Nicolás Maduro indican que su gobierno realizó un total de 338 llamados al diálogo y a la paz a la oposición venezolana desde el año 2013.
Tan solo en lo que va de año se hicieron 269 invitaciones a la derecha para encontrar una solución a los problemas, por la vía del diálogo, y la de mañana será una más, y todavía no se sabe si la oposición estará presente dadas las condicionantes que ya comienzan a poner.
No está claro si los representantes por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), un ente que ya prácticamente no existe, asistirán, o sea  partidos Primero Justicia, Voluntad Popular, Vente Venezuela, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo.
«La solución a los problemas no puede ser el enfrentamiento, la confrontación estéril, la violencia. Busquemos la paz por la vía política, por la vía electoral, por la vía del diálogo», dijo Maduro al abordar este tope y habría que recordar que hacen falta dos para poder conversar, no está permitido el monólogo.
Estos encuentros en Dominicana comenzaron el 13 de septiembre, luego que el presidente venezolano, en aras de consolidar la estabilidad del país, aceptó la invitación del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero y del gobierno de República Dominicana, presidido por Danilo Medina.
En esa oportunidad, se abordaron los temas relacionados a la soberanía, el repudio de acciones injerencistas e intervencionistas contra Venezuela, así como cronograma y garantías electorales de cara a los comicios regionales y municipales.
En esa reunión se acordó que los representantes del gobierno nacional y la oposición venezolana sostendrían un nuevo encuentro el 27 de septiembre, acompañados por una comisión conformada por México, Chile, Bolivia y Nicaragua, pero lamentablemente a ese encuentro exploratorio la oposición venezolana se negó asistir.
Según el jefe de la delegación gubernamental a estas pláticas, Jorge Rodríguez, con la oposición se realizaron diversas reuniones públicas y privadas para concretar un acuerdo de convivencia y de paz.
Ahora, el gobierno nacional acudirá sin ningún tipo de condiciones y sin permitir la injerencia de gobiernos extranjeros, tal como pretende la delegación de la oposición, que pretende darles a los cancilleres de los países acompañantes un poder de negociación.
En recientes declaraciones Rodríguez dijo que previo a las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente del 30 de julio, se había alcanzado un acuerdo con factores de la MUD, pero una llamada de último momento de Henrique Capriles echó por tierra las negociaciones, según confesiones hechas por el dirigente Manuel Rosales.
Por otra parte, algunas fuentes aseguran que el diálogo es una trampa al gobierno, pues la oposición habla de crear condiciones electorales (incluyendo un nuevo CNE) que garanticen unas elecciones libres, y por eso pidieron la presencia de cancilleres de cuatro países para que fiscalicen al gobierno en el cumplimiento de lo que se acuerde.
Visto así, es cierto, es una maniobra para mantener su acusación de que en las elecciones de constituyentes y en las regionales hubo fraude y que la ANC y los gobernadores electos son ilegítimos.
Ciertamente, el camino es escabroso, muchas variantes se manejan tras bambalinas, incluso la de posponer el diálogo hasta después de las elecciones municipales cuando, de las fuerzas que integraron la MUD, ya se sabrá cual o cuales tendrán la voz cantante.

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