Pesca espectral invade océanos mundiales

Londres, 11 mar (PL) Una amenaza seria y poco conocida se cierne sobre las especies marinas: se denomina pesca fantasma y afecta a unos 200 millones de personas del planeta, que dependen de la captura de los peces para su sustento.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), define esa espectral actividad como aquella que ocurre cuando aparejos de pesca perdidos o abandonados permanecen en el océano y atrapan peces u otras formas de vida del mar.

Dicho así, no se aprecia la magnitud del problema, pero si agregamos que un estudio conjunto entre la FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, determinó que al menos unas 640 mil toneladas de artes de pesca se pierden o arrojan en los océanos cada año, y que una décima parte de todos los desechos en los mares proviene de esos artículos, entonces la idea es más clara.

Los efectos de esa actividad descontrolada son devastadores, innecesariamente mueren peces y otras especies como ballenas, delfines, focas y tortugas, algunas de las cuales están en peligro de extinción.

Además, crean riesgos de navegación que pueden causar accidentes en el mar y hasta ocasionar naufragios con víctimas mortales, eso sin contar que los avíos perdidos pueden acabar en la playa como basura, una amenaza para las aves y especies costeras, y un riesgo para la salud.

Existen diferentes causas para que los aparejos terminen en los océanos, estos pueden ser arrastrados desde los barcos ante eventos climatológicos severos, enredarse con otros objetos, ser desechados deliberadamente por acciones de pesca ilegal o, simplemente, perderse accidentalmente.

De acuerdo con la FAO, eliminar la captura fantasma de peces representa una cuestión clave para alcanzar la meta de Hambre Cero.

Ese fenómeno daña los océanos y afecta la seguridad alimentaria de muchas comunidades y pueblos. Unido a ello, disminuye las posibilidades de sustento de los pescadores y la obtención de fuentes seguras de nutrición.

Como alternativa y forma de prevención, la FAO considera que se pueden realizar iniciativas como el marcaje de los avíos, mejorar la información y la recuperación de los artículos, establecer incentivos económicos para la prevención, invertir en nuevas tecnologías, y mejorar los programas de recolección y reciclaje.

Hasta el momento, el organismo ha desarrollado varias herramientas para afrontar los efectos de la pesca fantasma e ilegal. En tal sentido, está el Acuerdo sobre Medidas del Estado rector del Puerto, un tratado internacional destinado a precaver, desalentar y eliminar esta actividad.

Mediante el tratado se pretende verificar los buques que soliciten atracar en un puerto, seguido de procedimientos de control e inspecciones estándar.
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