Washington, 28 mar (PL) El presidente estadounidense, Donald Trump, calificó como un gran pacto a favor de trabajadores de su país y Corea del Sur, el acuerdo previo para modificar el tratado comercial entre ambas naciones, vigente desde 2012.
«Ahora concentrémonos en nuestra importante relación de seguridad», agregó el mandatario, en su cuenta personal de la red social Twitter.
Mediante el paso dado hasta el momento, Washington eximirá temporalmente a Seúl de sus aranceles del 25% a las importaciones de acero, aunque mantendrá las tasas del 10% a las entradas de aluminio.
De esa forma, Corea del Sur podrá liberar un volumen equivalente al 70% de la media anual de exportaciones de acero a Estados Unidos de 2015 a 2017, precisó la Oficina del Representante Comercial norteamericano, la cual aludió Trump.
«En cambio, Washington no ha llegado a ningún trato con Seúl para exonerarlo de sus gravámenes al aluminio», expuso ayer un funcionario estadounidense con la condición de permanecer en el anonimato.
La semana pasada, la administración del presidente Donald Trump. anunció que eximiría temporalmente de dichos aranceles a la Unión Europea, Australia, Argentina, Brasil y República de Corea.
El bloque regional y tales países se adicionaron a la misma determinación para Canadá y México, integrantes desde 1994 junto a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el cual se encuentra en renegociación. A juicio de varias voces, las modificaciones incluidas en el preacuerdo entre Washington y Seúl son limitadas y afectan fundamentalmente al sector automovilístico, aunque la parte norteamericana las presentó como históricas.
Dicha iniciativa incluye la prolongación hasta 2041 del arancel del 25% que Washington impone a las camionetas surcoreanas, previsto para expirar dentro de tres años.
También aparece la ampliación de 25 mil a 50 mil de la cantidad de vehículos de cada fabricante que Estados Unidos puede exportar anualmente, bajo sus propios estándares, a Corea del Sur.
La nación asiática accedió a incluir en 2018 a las farmacéuticas estadounidenses, en su programa especial de precios, para los medicamentos innovadores.
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