Buenos Aires, 6 nov (PL) Múltiples medios de prensa del mundo ya están acreditados mientras los argentinos, pese a la crisis, pagan hoy exorbitantes cifras por una entrada para el superclásico de fútbol donde dos añejos rivales, Boca y River, irán a un duelo histórico.
Bajo un fuerte dispositivo de seguridad y sin público visitante -es decir, solo estarán los locales-, se jugará el venidero sábado el primero de los dos partidos en el que los más importantes clubes de este país se verán las caras en una final sin precedentes en la historia de la Copa Libertadores.
Pero la noticia del día es que, como una especie de locura y sin importar cuánto cueste, algunos espectadores por no perderse el acontecimiento pagan lo que pidan y los sitios en internet ponen cifras que van hasta un millón y medio de pesos (más de 28 mil dólares) por una platea para la Superfinal.
La reventa de boletos está que explota. Algunos se quejan porque no hay regulación sobre los precios. Según trascendidos de prensa, apenas 50 mil hinchas podrán estar en el evento y el resto deberá mirarlo por televisión.
Los socios activos de cada equipo que hayan ido al menos a cuatro partidos en esta edición de la competencia pagarán una diferencia para conseguir su ticket para ingresar a La Bombonera, donde será el primer duelo, pero algunos por tal de no faltar sacan todos sus ahorros por un ticket.
En el sitio Viagogo.com, plataforma secundaria de compra-venta de entradas para espectáculos en directo, ofrecen una platea alta por el equivalente a cerca de 40 mil dólares, reportó el portal TN.
El Club Boca Junior hoy denunció al Ministerio Público Fiscal el tema de la reventa de entradas y solicitó que se realice una investigación para averiguar de dónde salieron.
Hay locura pasional en este país, que vive y se alimenta de fútbol y los fanáticos no escatiman, quieren estar, saben que será un acontecimiento para la historia.