Derivado de los mecanismos de coordinación entre las áreas de procuración de justicia de México y los Estados Unidos, elementos de la Policía Federal Ministerial detuvieron a ocho hombres, que fueron entregados en deportación por autoridades norteamericanas, y que eran buscados en la República Mexicana.
Los inculpados fueron detenidos en diversas zonas de la Unión Americana, tales como Colorado, Washington, Las Vegas, Virginia, Chicago, Mississippi, y Nueva Jersey, y entregados a las autoridades mexicanas en los puentes fronterizos de Ciudad Juárez, Matamoros, y Nuevo Laredo.
Los delitos por los cuales fueron deportados van desde extorsión, secuestro express, portación de armas de uso exclusivo del ejército, y homicidio.