Llama papa Francisco a la fraternidad con motivo de la Navidad

Ciudad del Vaticano, 25 dic (PL) Con deseos de fraternidad entre personas de todas las naciones, culturas, religiones e ideas diferentes, pero capaces de respetarse y escucharse, se dirigió hoy el papa Francisco al mundo con motivo de la Navidad.

En su tradicional mensaje «Urbi et Orbi» (De la ciudad al mundo), el sumo pontífice señaló que «nuestras diferencias no son un daño o un peligro, son una riqueza. Como para un artista que quiere hacer un mosaico: es mejor tener a disposición telas de muchos colores, antes que de pocos».


La experiencia de la familia -dijo- nos lo enseña: siendo hermanos y hermanas, somos distintos unos de otros, y no siempre estamos de acuerdo, pero hay un vínculo indisoluble que nos une, y el amor de los padres nos ayuda a querernos.

«Lo mismo vale para la familia humana, pero aquí Dios es el «padre», el fundamento y la fuerza de nuestra fraternidad», apuntó Francisco, quien llamó a que «en esta Navidad redescubramos los nexos de fraternidad que nos unen como seres humanos y vinculan a todos los pueblos».

En tal sentido, se pronunció a favor de que israelíes y palestinos retomen el diálogo y emprendan un camino de paz, Siria vuelva a encontrar la fraternidad después de largos años de guerra y Yemen «pueda aliviar finalmente a tantos niños y a las poblaciones, exhaustos por la guerra y el hambre».

Pienso también -apuntó- en África, donde millones de personas están refugiadas o desplazadas y necesitan asistencia humanitaria y seguridad alimentaria, al tiempo que deseó que la Navidad fortalezca los vínculos fraternos que unen la península coreana y permita que se continúe el camino de acercamiento puesto en marcha.

Al referirse a Venezuela, pidió que esa nación suramericana pueda encontrar «de nuevo la concordia y que todos los miembros de la sociedad trabajen fraternalmente por el desarrollo del país, ayudando a los sectores más débiles de la población».

En igual sentido se manifestó respecto a Nicaragua para que sus habitantes se redescubran como hermanos y «no prevalezcan las divisiones y las discordias, sino que todos se esfuercen por favorecer la reconciliación y por construir juntos el futuro del país.

Exhortó, asimismo, a lograr una paz duradera en Ucrania y recordó también «a nuestros hermanos y hermanas que celebran la Natividad del Señor en contextos difíciles, por no decir hostiles, especialmente allí donde la comunidad cristiana es una minoría, a menudo vulnerable o no considerada».

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