Washington, 5 may (Prensa Latina) El presidente estadounidense, Donald Trump, expresó hoy su oposición a que el fiscal especial Robert Mueller testifique ante el Congreso, lo cual supone un cambio en la postura mostrada por el mandatario hace dos días.
El viernes el jefe de la Casa Blanca manifestó que dependía del fiscal general del país, William Barr, determinar si Mueller debería comparecer en el legislativo para abordar la investigación sobre los comicios de 2016, frecuentemente tildada por el gobernante como «cacería de brujas».
Pero este domingo, el mismo día en que un congresista demócrata dijo que estaban valorando el 15 de mayo como fecha tentativa para que el fiscal general diera su testimonio en el Capitolio, el mandatario republicano rechazó esa posibilidad en su cuenta de Twitter.
Después de gastar más de 35 millones de dólares durante un periodo de dos años, entrevistar a 500 personas, utilizar a 18 demócratas enojados que odian a Trump y 49 agentes del Buró Federal de Investigaciones, todo culminó en un informe de más de 400 páginas que no muestra ninguna colusión, escribió el presidente. ¿Por qué los demócratas en el Congreso ahora necesitan que Robert Mueller testifique? ¿Están buscando un nuevo intento porque odian ver la fuerte conclusión de que no hubo colusión? No hubo delito, excepto en el otro lado (increíblemente no cubierto en el informe), y no hubo obstrucción, añadió.
«Bob Mueller no debe testificar. No hay nuevos intentos para los demócratas», concluyó Trump, cuyos dos primeros años de mandato estuvieron marcados por la indagación sobre una presunta interferencia electoral rusa y una supuesta complicidad con su campaña.
La investigación de Mueller se dio por concluida en marzo pasado, cuando envió al Departamento de Justicia el informe final sobre la pesquisa de casi dos años, del cual inicialmente solo se conocieron algunos elementos a través de un resumen de cuatro páginas difundido por Barr.
En ese sumario el fiscal general sostuvo que durante la indagación no se encontró evidencia de conspiración del equipo de Trump con Rusia, además de que no se arribó a ninguna conclusión sobre si el mandatario republicano obstruyó la justicia.
Ambas afirmaciones fueron usadas por el jefe de la Casa Blanca para decir que quedó totalmente exonerado y volver a criticar el trabajo del equipo de Mueller, pero la publicación posterior del informe completo, con tachaduras, despertó nuevas dudas sobre la actitud del gobernante durante la pesquisa.
Según el reporte de Mueller, hubo evidencia sustancial de que el presidente intentó evitar un mayor escrutinio sobre su conducta y la de su campaña; y de que algunos de los esfuerzos de Trump para interferir con la investigación solo fracasaron porque personas cercanas a él se negaron a cumplir órdenes.