Lamenta Fórmula Uno la muerte del austríaco Niki Lauda

Viena, 21 may (Prensa Latina) Los amantes de la Fórmula Uno (F1) lloran hoy la muerte del expiloto austríaco Niki Lauda, triple campeón del mundo de la categoría y uno de los iconos de este deporte de 1970 a 1980.

Lauda, sometido a un trasplante de pulmón en el 2018 que le obligó a estar hospitalizado varios meses, murió a los 70 años de edad el lunes, precisó su familia en un comunicado.

En enero último tuvo que volver a ser internado a causa de una gripe contraída durante las navidades anteriores en Ibiza (España), donde el excorredor tenía su segunda residencia.

«Sus logros únicos como deportista y como empresario son y serán siempre inolvidables. Su dinamismo inagotable, su rectitud y su valentía serán un modelo y una referencia para todos nosotros», recordó su familia en la nota para anunciar el fallecimiento del expiloto.

Lauda ya había sido sometido a sendos trasplantes de riñón en 1997 y 2015, en este último caso gracias a la donación del órgano por parte de su entonces novia y ahora viuda Birgit.

Dentro de la historia de la F1, el austríaco sobresalió no solo por sus éxitos (campeón en 1975, 1977 y 1984), también por su estilo de competir y su carácter fuera de los circuitos.

Nacido en el seno de una familia de empresarios del sector del papel, Lauda debutó en la máxima categoría del automovilismo en 1971 en la escudería March, pero dio el gran salto cuando fue fichado por Ferrari en 1974.

Solo un año después de debutar con la legendaria escudería ganó su primer campeonato del mundo.

El 1 de agosto de 1976 sufrió el mayor revés de su carrera deportiva y de su vida personal, al ser víctima de uno de los accidentes más recordados de la historia.
Lauda tuvo un percance en el Gran Premio de Alemania, que se corría entonces en el temido circuito del Nurburgring, y quedó con graves quemaduras en la cara y en el cuerpo.

A pesar del dramatismo del accidente y la gravedad de sus lesiones, sobre todo en la cara y cabeza, el corredor volvió a competir seis semanas más tarde y solo un año después se proclamó por segunda vez campeón de Fórmula Uno con Ferrari.

En 1979 abandonó de forma repentina la competición automovilística y se volcó en sus planes de fundar una aerolínea privada.

Tras fundar el híbrido de lo que iba a ser su primera aerolínea comercial, Lauda Air, volvió en 1981 a los circuitos, para conquistar en 1984 su tercer y último título de F1.

Un año más tarde anunció su retiro definitivo de las carreras de las pistas y empezó su segunda carrera, la de empresario aeronáutico.