¿Trump busca una guerra con Irán para garantizar su reelección?

Washington, 4 ene (Prensa Latina) La pregunta de si el presidente estadounidense, Donald Trump, busca una guerra con Irán para impulsar sus posibilidades de reelección, podría asaltar a quienes revisen pronunciamientos realizados por el propio mandatario hace ocho años.


Las tensiones entre los dos países, que se incrementaron aún más con varios hechos en la última semana, tuvieron una peligrosa escalada cuando el jueves el mandatario republicano ordenó matar en Iraq al general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del país persa.


Para justificar esa acción, considerada por Teherán un acto de terrorismo y por la cual la nación persa prometió venganza, el gobernante norteamericano manifestó ayer que Soleimani estaba planeando un ataque contra Estados Unidos, y lo responsabilizó por la muerte de cientos de norteamericanos.


Trump sostuvo que el asesinato se realizó «para detener una guerra, no para comenzarla», pero legisladores demócratas, medios de prensa, organizaciones y analistas consideran que lo sucedido puso a Estados Unidos al borde de otro conflicto bélico en la convulsa región.


La peligrosa escalada de Trump nos acerca a otra guerra desastrosa en el Medio Oriente que podría costar innumerables vidas y billones de dólares más.

Trump prometió poner fin a las guerras interminables, pero esta acción nos pone en el camino hacia otra, dijo al respecto en Twitter el senador y precandidato presidencial demócrata Bernie Sanders.


En medio del apoyo republicano a la operación ordenada por el jefe de la Casa Blanca, y de las advertencias de los demócratas sobre las posibles consecuencias de lo sucedido, muchos medios y usuarios de redes sociales han traído al contexto actual críticas realizadas por Trump a su predecesor en el cargo, Barack Obama (2009-2017), por el tema de Irán.


Nuestro presidente comenzará una guerra con Irán porque no tiene absolutamente ninguna capacidad de negociación, expresó Trump, entonces un magnate inmobiliario, sobre el exmandatario demócrata en un video de 2011.


El actual gobernante añadió en ese momento que su antecesor era «débil e ineficaz» y que, por eso, la única forma en la que creía que sería reelegido, era «comenzando una guerra con Irán».


Barack Obama atacará a Irán en un futuro no muy lejano porque lo ayudará a ganar las elecciones, manifestó en Twitter el 14 de noviembre de 2011, y repitió esa misma idea al cabo de dos semanas en el mismo servicio de microblogging.


Casi un año después, a pocos días de los comicios presidenciales del 6 de noviembre de 2012 en los cuales Obama fue reelegido para un segundo mandato, el actual jefe de la Casa Blanca instó a los republicanos a tener cuidado y no dejar «que Obama juegue la carta de Irán para comenzar una guerra y ser elegido».


También cerca de esa fecha sugirió que el exgobernante demócrata lanzaría un ataque en Libia o Irán, porque sus números en los sondeos de opinión estaban en picada, y repitió comentarios similares al año siguiente.


Las predicciones de Trump no solo resultaron ser falsas, sino que la ironía es que, en lugar de comenzar una guerra, la diplomacia de la administración Obama resultó en el acuerdo nuclear multilateral de Irán, indicó este viernes el portal digital Vox.


Pero el medio añadió que, al convertirse en presidente, el republicano tomó un camino muy diferente, «al retirar unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo nuclear, llevar a cabo una campaña de «máxima presión» destinada a paralizar la economía de Irán y asesinar al jefe de las fuerzas paramilitares del país».


Si los comentarios de Trump sobre la conveniencia política de comenzar una guerra en un año electoral representan otra instancia de su tendencia a proyectar sus propias deficiencias en los demás, entonces la política exterior estadounidense acaba de entrar en una nueva fase peligrosa, apuntó el sitio web.


Los cuestionamientos de por qué el gobernante republicano decidió dar este paso ahora, además de vincularse con los comicios de noviembre venidero, en los cuales buscará su reelección, son vistos por algunas fuentes a la luz del juicio político que tiene pendiente en el Senado.


Desde que quedó claro que Trump traicionó los mejores intereses de nuestra nación en sus tratos con Ucrania, el temor legítimo ha sido que pudiera ordenar acciones militares en el extranjero para distraer de sus problemas en casa, señaló ayer un editorial del diario Chicago Sun Times.


A decir del periódico, ahora los apologistas republicanos de Trump ondearán la bandera y harán un llamado a la nación para que se una en torno al presidente mientras se enfrenta a Irán, y presentarán esto como un nuevo argumento para arremeter contra los procedimientos de juicio político.


«Cuestionarán el patriotismo de los críticos de Trump y dirán que el juicio político solo da fuerza a nuestros enemigos. Y estarán exactamente equivocados», añadió el medio.


Al mismo tiempo, la administración asegura que el asesinato de Soleimani respondió a que el general planeaba un gran ataque contra Estados Unidos, pero, según la cadena de televisión CNN, después de una sesión informativa celebrada la víspera, algunos demócratas del Congreso cuestionaron cuán inminente era realmente esa amenaza.


Miembros de mi personal recibieron información de personas que representan a una variedad de agencias en el gobierno, y salieron sin sentir que había evidencia de un ataque inminente, sostuvo el senador de la fuerza azul Tom Udall.


En tanto, mientras los republicanos respaldan a Trump, los demócratas expresan preocupaciones, y muchas personas dentro y fuera de la nación norteamericana temen la cercanía de un nuevo conflicto bélico, un sector sí parece beneficiarse de los recientes eventos: los productores de armas y contratistas de defensa.


The Washington Post reportó anoche que los principales fabricantes de armas vieron subir este viernes los precios de sus acciones, cuando los analistas predicen que ahora es muy improbable que disminuya la presencia militar estadounidense de larga data en Iraq.


Los contratistas de defensa de Estados Unidos, que se han beneficiado financieramente de las guerras en Iraq y Afganistán, se encuentran entre los pocos beneficiarios de las intensas tensiones en el Medio Oriente, dijeron expertos al periódico.