Surgen acusaciones de corrupción contra Gobierno y familia Bolsonaro

Brasilia, 19 ene (Prensa Latina) El Gobierno y la familia del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, será golpeado en próximas semanas por nuevas acusaciones de corrupción, predice hoy el diario Folha de Sao Paulo.


En su columna, el periodista Vinícius Torres Freire asegura que ante este hecho la administración del mandatario ultraderechista tomará represalias contra la prensa.


Según el articulista, la amenaza evidente es el caso del senador Flávio Bolsonaro, unos de los hijos del gobernante, que será denunciado por algún tipo de corrupción en las próximas semanas, un caso que debería involucrar a más personas de su familia y a otros personeros gubernamentales.


A finales de noviembre, el Ministerio Público de Río de Janeiro abrió un proceso para investigar el uso de empleados fantasmas para obtener dinero ilícitamente por parte del Flávio.


El diario O Globo indicó que tal procedimiento está bajo secreto judicial y fue establecido en septiembre sin relación alguna con el informe del Consejo de Control de Actividades Financieras (Coaf) que señaló un movimiento atípico de 1,2 millones reales (unos 290 mil dólares) en la cuenta de Fabrício Queiroz, exasesor de Flávio.


Esa investigación se centra en las denuncias de O Globo sobre los familiares de Ana Cristina Siqueira Valle, exesposa del mandatario Bolsonaro, que fueron asesores de Flávio en el período en que fungía como diputado estatal en la Asamblea Legislativa de Río.


Sin embargo, la mayoría de ellos siempre ha vivido en Resende, en el sur de Río. Además, también se investigó a Márcia Salgado de Oliveira, tía del primer ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Jorge Antonio Francisco de Oliveira.

La Fiscalía procura aclarar si el entonces diputado Flávio contrataba a amigos o familiares como asesores para después exigirles que depositaran en sus cuentas parte del salario, práctica conocida en Brasil como rachadinha.


Entre los consejeros de Flávio aparecen una fisicoculturista y un veterinario, que vivían en ciudades distantes de Río, lo cual aumentó las sospechas de fraude.