Unicef exige seguridad para los niños tras la muerte de 15 en un orfanato

Puerto Príncipe, 15 feb (Prensa Latina) El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) condenó enérgicamente la muerte de 15 niños en un incendio de un orfanato en Haití, tragedia que genera hoy intensa polémica.


En un comunicado el organismo internacional expresó su profunda tristeza por los hechos, que segaron la vida a varios niños menores de un año, y otros entre 10 y 11 años de edad.


UNICEF criticó la apertura de hogares infantiles no acreditados, que no cumplen las normas establecidas por las autoridades nacionales.


El siniestro tuvo lugar el jueves último, pasadas las 21:00, hora local, y según las indagaciones preliminares, se originó por unas velas que servían para iluminar la institución que albergaba a 66 infantes.


Tras los hechos se conoció que el establecimiento, administrado por la organización religiosa estadounidense, Iglesia del Entendimiento Bíblico, con sede Pensilvania, perdió desde 2012 la licencia operativa.


Los misioneros regentan dos instituciones de este tipo con casi 200 niños, a los que instruyen en un «programa de capacitación cristiana», de acuerdo con la Unicef.


La tragedia generó una amplia polémica en la nación caribeña, y pone de nuevo en la palestra pública las condiciones de los orfanatos en el país, muchos dirigidos por organizaciones no gubernamentales.


En 2019, el Instituto de Bienestar Social e Investigación reveló que en Haití operan 754 hogares de ese tipo, que acogen a unos 25 mil 800 niños, sin embargo, solo 35 de ellos cuentan con los permisos gubernamentales.


El organismo sugirió a las casas de acogida que funcionan sin autorización, elaborar un plan de cierre por etapas para que los menores puedan tener acceso a una atención adecuada.


El Instituto ya desplegó asistencia de emergencia a los niños del orfanato afectado, en espera de una evaluación de la necesidad de una asistencia integral, incluido el apoyo psicosocial.


La víspera el presidente haitiano Jovenel Moïse, lamentó los sucesos, e instó a las autoridades competentes establecer su causa.


Por su parte, varias organizaciones sociales criticaron el gran número de organismos no gubernamentales que funcionan al margen y sin control del Estado.


En 2017, Moïse cesó el accionar de casi 300 ONG «por estar desvinculadas de las prioridades y necesidades del pueblo haitiano».

Además denunció que muchas habían pasado una década, sin publicar informes de sus proyectos.


Tras el mortífero terremoto de 2010, que cobró más de 200 mil vidas, se instalaron cientos de instituciones de ese tipo, sin los debidos controles, y el país comenzó a conocerse como «la República de las ONG».