Todos contra uno en debate demócrata

Washington, 26 feb (Prensa Latina) Seis candidatos demócratas en el debate celebrado en Carolina del Sur trataron de detener el impulso del séptimo, Bernie Sanders, hoy el favorito a la nominación de su partido para las próximas elecciones en Estados Unidos.


Los rivales de Sanders trataron de golpearlo duro por los flancos del costo de sus propuestas, su historial de armas y sus recientes elogios al sistema de salud de Cuba.


Pero casi ninguno salió indemne del cara a cara, que tuvo lugar en la ciudad de Charleston solo cuatro días antes de las cruciales primarias de Carolina del Sur y previo al Súper Martes del 3 de marzo, donde 14 estados y un territorio no incorporado (Samoa Americana) realizarán primarias.


Michael Bloomberg recibió ataques por su historial como alcalde de la ciudad de Nueva York y un polémico procedimiento policial tildado de racista, por las mujeres que firmaron acuerdos de no divulgación en su empresa, y por su pasado apoyo a los republicanos.


Al exalcalde de South Bend (Indiana), Pete Buttigieg, le preguntaron de nuevo acerca de sus patrocinadores multimillonarios y Joseph Biden fue tras Tom Steyer, quien va subiendo en las encuestas en Carolina del Sur.


El exvicepresidente, quien batalla por mantenerse en la carrera como un candidato viable para la fuerza azul, calificó de blando a Sanders en materia de control de armas de fuego y lo pintó como un enorme riesgo para el Partido Demócrata, con consecuencias potencialmente desastrosas en la votación.


Además, apaleó a Steyer por el soporte del multimillonario a las prisiones privadas, una medida destinada a tratar de alejar a los votantes negros antes de las primarias de Carolina del Sur el sábado.


Mientras Bloomberg -bastante mal parado en el debate de Las Vegas y nada bien en este- se montó en la cuerda de que Rusia intenta ayudar al senador de Vermont para a que el actual jefe de la Casa Blanca sea reelegido.


En medio de las discusiones, Amy Klobuchar advirtió «si pasamos los próximos cuatro meses destrozando nuestro partido, veremos a Donald Trump pasar los próximos cuatro años destrozando nuestro país».


Las palabras con llamados al equilibrio y la cordura de la senadora de Minnesota resumen la actual división que existe en el Partido Demócrata, un elemento que solo resulta favorable, sin dudas, a las aspiraciones reeleccionistas de Trump.


En cuanto a la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren se mostró muy bien, pero no es suficiente porque todavía no ha terminado entre los dos primeros lugares en ningún estado y parece muy poco probable que eso suceda el sábado.


Fue un evento increíblemente polémico, con candidatos que se gritaban el uno al otro mientras luchaban por marcar diferencias entre ellos antes de las críticas elecciones primarias de Carolina del Sur, así recogió el espíritu de lo ocurrido la cadena CNN.


Por cierto, una que quedó fuera por no lograr clasificar para el debate fue la congresista Tulsi Gabbard, pese a continuar en las primarias.


Hasta el momento se celebraron los caucus en Iowa y Nevada, y las primarias en New Hampshire, tras las cuales Sanders acumula 45 delegados, Buttigieg (25), Biden (15), Warren (ocho) y Klobuchar (siete). El futuro candidato demócrata necesitará obtener mil 991 delegados.


Según el promedio de encuestas de Real Clear Politics, Biden va al frente de la intención de voto en Carolina del Sur con un 30 por ciento, seguido por Sanders con un 22 por ciento y Steyer (13).


Ese estado del sureste -primero en el que la mayor parte del electorado demócrata es afroamericano- distribuirá 54 delegados, una porción mínima si se compara con los mil 357 que se repartirán en la competencia del 3 de marzo.


A propósito, en la boleta de votación del Súper Martes aparecerá Bloomberg por primera vez, hay que ver cuánto le reportará en sufragios su hasta el momento gasto millonario en publicidad para hacer campaña.


Otro detalle interesante es que dos de los estados más grandes, California y Texas, están entre los estados que concurrirán a las urnas ese Súper Martes, y distribuirán 415 y 228 delegados, respectivamente.


El campo demócrata comenzará a despejarse. Algunos estrategas como Andrew Feldman, opinó, en alusión a la fragmentación en las filas de la fuerza azul, que su mayor temor sería la reacción de rechazo a Sanders y la división del voto, lo que no ayudaría en el objetivo de vencer a Trump.


Al parecer Feldman tiene claro que el Partido Demócrata podría unirse para bloquear el impulso de Sanders y optar por el exalcalde Bloomberg como su candidato en noviembre.