París, 3 mar (Prensa Latina) El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva continúa hoy su agenda en esta capital, donde recibió la Ciudadanía de Honor y afirmó que mantiene intactas la motivación y la energía para luchar por su país.
Entre las actividades más esperadas de la segunda jornada de su visita a París destaca el encuentro Lula Libre en el teatro del Sol, que ante la demanda de acreditaciones en línea obligó a los organizadores a habilitar el vecino teatro Aquarium para acoger a una parte de los participantes con una transmisión en directo del foro.
También prosigue sus reuniones con políticos, sindicalistas y otros sectores de la sociedad francesa, que ayer incluyeron las conversaciones con el expresidente François Hollande y el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, quien fue muy activo en la campaña por su liberación y lo visitó en la cárcel.
La víspera, la alcaldesa Anne Hidalgo entregó al fundador del Partido de los Trabajadores (PT) la condición de Ciudadano de Honor de París por su compromiso con el combate a la pobreza y las desigualdades, en una ceremonia en la que estuvieron presentes la otrora jefa de Estado Dilma Rousseff y el candidato del PT en las elecciones de 2018, Fernando Haddad.
Tengo 74 años, pero la energía de 30 para dar la batalla, aseguró Lula ante decenas de simpatizantes tras recibir el reconocimiento en el Ayuntamiento.
El luchador social denunció la situación que vive Brasil desde la llegada al poder del representante de la extrema derecha Jair Bolsonaro, beneficiado en la cita en las urnas por la ausencia de Lula, quien cumplió 580 días de prisión en una maniobra para impedir su participación en los comicios.
Brasil sufre el desempleo, la pobreza, la discriminación de los indígenas y el ataque al medio ambiente por un gobierno que destruye el proyecto social creado para la inclusión y devuelve al país a un pasado oscuro de 350 años de esclavitud, precisó.
Lula calificó de irresponsables y criminales las políticas de Bolsonaro y de una amenaza para el planeta y la democracia.
Respecto a su encierro, agradeció la solidaridad mundial y lo atribuyó al objetivo de acabar con la inclusión generada por el PT y al interés de Estados Unidos en apoderarse del petróleo brasileño, tras el descubrimiento del mayor yacimiento del siglo XXI.
No era normal que en Brasil los pobres comieran tres veces al día, que se crearan 20 millones de empleos, que los hijos de los pobres pudieran hacer maestrías y doctorados, que los hijos de personas negras llegaran a la universidad y que 36 millones de personas salieran de la pobreza, subrayó.
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