Empieza México nueva normalidad en rojo y con 400 muertos diarios

México, 30 may (Prensa Latina) México comienza el lunes la nueva normalidad con el semáforo epidemiológico hoy en rojo en toda su geografía, un promedio de 400 muertos esta semana y una economía en S.O.S. que no aguanta más.


El combate a la pandemia de Covid-19 que se ha llevado en menos de tres meses a más de 10 mil mexicanos pobres, ricos, blancos, indígenas, artistas, intelectuales, peones, se mantiene en medio de una guerra de posiciones en la que la oposición política pelea con las peores armas de la desinformación para crear caos e incertidumbre.


Sin embargo, el peor enemigo sigue bajo los escombros de gobiernos anteriores que desmantelaron el sistema de salud pública mexicano y descuartizaron la economía al entregar las partes más sustanciosas del cuerpo productivo al capital privado y maquiladoras como sectores del petróleo, electricidad, minería y la industria del automóvil y aeroespacial, según la denuncia oficial.


Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, ese enemigo es el neoliberalismo que imperó durante 36 años en México y cuya nociva influencia la pusieron al desnudo el coronavirus SARS-CoV2 y la batalla contra la corrupción.


Si algo se le debe agradecer a ese irreverente y criminal virus que aparentemente irrumpió de la nada en la complicada existencia humana de un siglo XXI muy caliente, es que reveló el fracaso y decadencia de ese modelo económico y la imperiosa necesidad de un cambio social aun cuando no se sepa de qué naturaleza será, añade el mandatario.


La nueva normalidad a la que están ingresando poco a poco y con muchas reservas la mayoría de los países afectados por la pandemia no se puede limitar solamente a las formas de relacionarse los seres humanos hasta hacerse costumbre, ni siquiera a la conducta personal, sino que debería expresarse en las estructuras de un modo de producción caduco que produce guerras, desigualdad, hambre y enfermedades.


En México la pandemia sirvió para que la gente se diera cuenta, aunque de la manera más amarga y cruel, que en 36 años les habían destrozado hasta su cultura y que la población no podía seguir sobreviviendo con un sistema de salud irracional que les negó sus derechos a una vida sana.


Tal desfavorable panorama condujo a los mexicanos a la obesidad, la diabetes, la hipertensión, el tabaquismo, las drogas y las demás cormobilidades de las que se ha hartado el SARS-CoV2 para matarlos y hacerlos más infelices y vulnerables.


Las acciones que emprende el actual gobierno en el plano de la salud y la educación son tan fuertes o incluso más, que la intensidad con la que se despliega ese coronavirus en la atmósfera urbana.


México decretó la gratuidad de la atención médica y medicamentos para todos, y con ello comenzó un amplio programa de recuperación y modernización del sistema de salud pública, y, en medio del combate al SARS-CoV2, inició la especialización de la medicina casi desde cero, y lo hace en medio de una crisis económica brutal.


Como ha señalado el propio presidente López Obrador en sus conferencias matutinas, México se ha dado una oportunidad histórica de producir cambios estructurales que, según el mandatario, se inician con el desmontaje del núcleo más infeccioso del neoliberalismo, que es la corrupción, cuya eliminación es el buque insignia de la IV Transformación de la vida nacional.