México, 16 jun (Prensa Latina) El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, proclamó hoy que la transformación de la vida social de México sigue sin marcha atrás y denunció que ahora los potentados son la oposición.
En su conferencia de prensa matutina en el estado de Tlaxcala, cercano a Ciudad de México, el mandatario dijo que la oposición está muy molesta porque los ricos ya no mandan ni pueden seguir saqueando el país como hacían hasta ahora, y eso es lo que está sucediendo. Tengo que estar saltando obstáculos y evadiendo acosos, expresó.
Repitió que están muy enojados, pero que entiendan que ganamos la presidencia porque el pueblo nos dio su confianza para transformar a México y acabar con la corrupción, y no vamos a dar ni un paso atrás.
Advirtió que no van a titubear y continuarán hasta que se termina el saqueo. Ahora hay inconformidad porque las empresas de electricidad particulares extranjeras como las españolas no puede seguir el negocio de cobrar precios elevadísimos y cobrando subsidios en un plan en contubernio con autoridades de gobiernos anteriores parea destruir a la empresa pública de México.
Reveló que Hiberdrola sola tiene más de 20 plantas y domina más de la mitad del mercado de la energía eléctrica particular. Pero estamos poniendo orden porque ya no somos tierra de conquista como la época de la colonia y eso los tiene muy molestos. Antes no pagaban impuestos y ya sí. Por eso hay ataques diarios, pero vamos a resistir.
Dijo que el rebrote o escalada de la derecha no debe sorprender y recordó que fue el Partido Acción Nacional (PAN) el que votó en la cámara de diputados contra la pensión a los adultos mayores y a niños con discapacidad, becas a estudiantes de familia de pocos recursos, y la gratuidad de la atención médica y medicamentos porque es su mentalidad conservadora.
Lo que sucede, insistió, es que la gente quiso votar contra ellos y por nosotros para que México llevara a cabo una transformación social profunda y que se acabe la corrupción y es lo que estamos haciendo, expresó al calificar a la derecha de corrupta e hipócrita.