Brasilia, 20 jul (Prensa Latina) El senador Flávio Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro, declarará hoy ante la Fiscalía de Brasil por denuncias, según las cuales, recibió informaciones sobre una investigación policial que lo salpicaba por corrupción.
«Con el fin de restablecer la verdad lo antes posible, el senador Flávio Bolsonaro ha fijado una fecha para testificar ante el Ministerio Público Federal», indica un extracto de la nota de la defensa del asambleísta.
La imputación afloró en mayo durante una entrevista publicada por el diario Folha de Sao Paulo, en la que el empresario Paulo Marinho, exaliado de Bolsonaro padre, reveló tener conocimiento de la anomalía.
Según Marinho, hasta el propio congresista le narró que un comisario de la Policía Federal lo previno sobre la investigación y pudo reaccionar antes de que la información lacerara su campaña electoral y la de su padre.
De acuerdo con el hombre de negocios, antes de las elecciones de 2018 Flávio Bolsonaro fue alertado de que la justicia ordenó el arresto del expolicía Fabricio Queiroz, su exasesor, y de otros investigados, lo cual le permitió diseñar una estrategia para proteger a su padre y también cuidarse él.
Sin embargo, la operación se cumplió después de la segunda vuelta de los comicios cuando Bolsonaro ya se desempeñaba como presidente.
La pasada semana, el descendiente del gobernante testificó ante la Fiscalía de Río de Janeiro por la llamada rachadinha, en la que funcionarios de la Asamblea Legislativa del estado devolvían parte de sus salarios al entonces diputado.
Se sospecha que Flávio Bolsonaro comandó el esquema de corrupción y se benefició de la devolución de parte de los sueldos de su oficina cuando todavía era representante estatal del 2003 al 2019.
De acuerdo con la Fiscalía, Queiroz, sería el operador del plan. El expolicía fue detenido (pero recibió recientemente prisión domiciliaria) en una casa que pertenece al ahora exabogado de la familia Bolsonaro, Frederick Wassef, en Atibaia, en el interior de Sao Paulo.
El caso salió a la luz a finales de 2018, después que el organismo de control de movimientos financieros (COAF) descubriera giros atípicos millonarios entre 2016 y 2017 en una cuenta bancaria de Queiroz.
La Fiscalía procura aclarar si el entonces diputado Flávio Bolsonaro contrataba a amigos o familiares como asesores para después exigirles que depositaran en sus cuentas parte de su mensualidad, práctica conocida en Brasil como rachadinha.
Entre los consejeros del senador aparecen una fisicoculturista y un veterinario, que vivían en ciudades distantes de Río, lo cual aumentó las sospechas de fraude.