En 2020 se han destinado 419 mil 46 millones de pesos a los jóvenes, informó Guillermo Santiago Rodríguez, titular del Instituto Mexicano de la Juventud (Injuve). “Esta cifra es histórica, representa siete por ciento del presupuesto de la federación. Es el mayor porcentaje que hemos tenido. Podremos llegar a todas las juventudes, pero sobre todo a las que históricamente habían sido olvidadas”.
En la conferencia de Bienestar en Palacio Nacional, detalló que con esos recursos se ha apoyado a nueve millones de jóvenes, a través de diversos esquemas como Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida y la pensión para personas con discapacidad y añadió que siete de los 30 programas prioritarios del gobierno benefician a jóvenes.
“Se está llegando a rangos de juventud que estaban empobrecidos. De los 37.5 millones de jóvenes existentes en el país, 16 millones vivían en pobreza, y con estas acciones ahora se llega a ese sector”.
También destacó que “los tiempos de criminalización de las personas jóvenes se han terminado. El gobierno federal no ha permitido la represión de una sola manifestación de personas jóvenes, y esto es algo por celebrar… que ejerzan su libertad de expresión … hemos terminado con ese régimen de opresión y represión en contra de las juventudes mexicanas”.
Aparte la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) expuso que ocho mil 363 becarias(os) de Jóvenes Construyendo el Futuro participan como aprendices en la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) del programa Producción para el Bienestar.
La EAT consiste en difundir o reforzar prácticas agroecológicas, principalmente entre los beneficiarios del esquema, con lo que hay mejora de productividad y promoción de sistemas locales de producción y consumo de alimentos sanos, nutritivos, resilientes, competitivos y socialmente responsables.
Se desarrolla en 23 regiones, desde la península de Yucatán hasta la Sierra Tarahumara, y se apoya en el trabajo de técnicos agroecológicos y sociales, informó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria y Competitividad, Víctor Suárez Carrera.
“Un punto nodal de la EAT es el diálogo de saberes pues integra en el trabajo en la parcela los conocimientos, recursos y prácticas de los productores junto con desarrollos científicos y tecnológicos”.
Los becarios de Jóvenes Construyendo el Futuro, participan en una parte de las regiones de la EAT, en 11 estados del sur sureste, fundamentalmente en territorios indígenas de Guerrero, Chiapas, Oaxaca e Hidalgo (las demás entidades son Michoacán, Veracruz, Puebla, Yucatán, México, Guanajuato y Jalisco).
Son jóvenes aprendices, agregó, que trabajan con sus tutores -papá, mamá, abuelos, tíos o vecinos de su comunidad- y reciben asesoría permanente de los técnicos de Producción para el Bienestar, además de contar con el acceso a una plataforma de capacitación con temas agroecológicos, sociales y de política pública.
Estos jóvenes tienen en promedio 22 años de edad, cuentan en su mayoría con educación primaria y secundaria y viven en 230 municipios rurales; 82 por ciento son indígenas y 65 por ciento son mujeres.
Todos ellos muestran gran disposición y compromiso para trabajar en favor de sus tutores y del bienestar de sus comunidades, apuntó.
Algunas de las prácticas que aprenden y realizan son diagnóstico de salud de los suelos, elaboración y aplicación de bioinsumos, uso de microorganismos, elaboración de compostas, detección y mitigación de plagas, inoculación de semillas de maíz y manejo poscosecha.
Santiago Rodríguez subrayó que la actual administración “cuanta con una verdadera perspectiva de juventud” y precisó que derivado de la pandemia de COVID-19, la juventud ha sido uno de los sectores más vulnerados en materia laboral, por lo que el Injuve en conjunto con el Instituto Nacional de Economía Social (INAES) capacita virtualmente a tres mil jóvenes por medio de cursos de diseño de emprendimientos de proyectos en economía social. “Es acompañamiento técnico, sobre todo a Jóvenes Construyendo el Futuro para generar ingresos que les permitan mejorar su calidad de vida.