Desesperada la Convención Demócrata para destruir a Trump

Deisy Francis Mexidor

La Habana, 20 ago (Prensa Latina) La Convención Nacional Demócrata concluye hoy en Estados Unidos tras cuatro días de discursos virtuales de una diversidad de oradores sin una necesaria afinidad ideológica, pero unidos solo contra algo: el presidente Donald Trump.


Los hilos del gran espectáculo comunicacional transmitido por las plataformas de Internet intentaron «conectar» al ya candidato Joseph Biden con la imagen de un hombre capaz de aceptar con naturalidad la inclusión de todas las voces como un hecho y no como slogan político.


Así transcurrió esta serie de cuatro capítulos en la que aparecieron desde la exprimera dama Michelle Obama, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, pasando por el presidente la Nación Navajo, Jonathan Nez, hasta el representante de ala más progresista en el Senado, Bernie Sanders.


Precisamente Sanders -rival de Biden en las primarias- en la noche inaugural de la Convención instó a sus seguidores a dejar de lado sus diferencias con el exvicepresidente y unirse detrás del objetivo común de derrotar a Trump.


El senador de Vermont resaltó que «el precio del fracaso es demasiado grande como para imaginarlo» y remarcó que el futuro de la democracia estadounidense «está en juego».


De esa forma cada uno de los oradores, entre los que estaban también activistas y familiares de víctimas de la violencia policial como los hermanos del asesinado George Floyd, quienes reforzaron el mensaje demócrata de que «Las vidas de los afroamericanos sí importan».


Tal afirmación fue dirigida a una parte del electorado que tiene una voz cada vez más decisiva en el debate público del país.


Al hablar anoche cuando aceptó su nominación a la candidatura a la vicepresidencia de Estados Unidos, Kamala Harris llamó a cambiar el curso de la historia nacional y criticó «el fallido liderazgo de Donald Trump», lo cual -subrayó- costó vidas y medios de subsistencia a los estadounidenses.


Justo una de las armas para catapultar la estrategia de la fuerza azul ha sido la utilización de los errores que, a juicio del partido, llevaron a un manejo «terrible» de la pandemia, lo cual devino en un alto costo: más de 170 mil muertos y una economía en recesión con millones de desempleados.


Casi su totalidad de forma remota, la Convención tiene su sede en Milwaukee, Wisconsin, donde participa un reducido grupo de delegados. De conjunto discutieron las reglas internas del partido, los fondos, la organización y la generación de una maquinaria, porque ante todo tanto demócratas como republicanos son partidos electorales.


Sus campañas se diseñan sobre la base de la figura y no a partir de políticas. Se proyecta una imagen, señalan analistas.  La de Biden, quien aceptará desde Delaware su nominación en el discurso de cierre de la reunión esta noche, es la del moderado frente a una figura extremadamente polarizante como Trump.


Sin embargo, otros opinan que «hay poca diferencia real entre los candidatos conservadores y liberales y la mayoría de los ciudadanos lo sabe», subrayó el periodista y activista Mel Reeves en entrevista reciente con Prensa Latina.


Los capitalistas están luchando para convencer a la gente con los mismos trucos, apuntó el editor del periódico Minnesota Spokesman-Recorder al insistir que «los demócratas tratan de asustar al electorado conque Trump es malo para que se pongan de su lado, pero Joseph Biden no ofrece nada más allá de que voten por él».


Todavía quieren ver el 3 de noviembre como una elección presidencial -consideró Mel- cuando la mitad de la población se negará a votar porque creen que no tienen una opción real.

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