Atenas, 9 sep (Prensa Latina) Varios incendios de proporciones gigantescas destruyeron hoy el campamento de migrantes de Moria, en la isla de Lesbos, que acogía a unas 12 mil personas y estaba considerado el mayor de Grecia.
El gobierno heleno declaró el estado de emergencia en la isla mientras continúan las labores de rescate y de control de las llamas, iniciadas desde horas muy tempranas en diversos puntos de la instalación.
De acuerdo con la información divulgada, hasta el momento no se reportan víctimas mortales, pero sí decenas de lesionados con afectaciones principalmente en las vías respiratorias a causa del humo.
Fuentes del cuerpo de bomberos indicaron que un 99 por ciento de la infraestructura del campamento está totalmente quemada y el fuego continúa.
Se estima que Moria acogía a unos 12 mil 700 migrantes -incluidos cuatro mil menores-, cifra muy superior a su capacidad, por lo que prevalecía el hacinamiento, la precariedad y las malas condiciones de higiene, tal como denunciaban con frecuencia diversas organizaciones humanitarias.
Por el momento se desconocen las causas de los incendios y circulan varias versiones, desde que fue provocado por los habitantes de la isla, hasta que lo originaron algunos migrantes opuestos a aislarse luego de la aparición de 35 casos positivos a la Covid-19.
Tras los siniestros, diversos organismos e instituciones internacionales mostraron la disposición de ayudar, entre ellos el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
La entidad emitió un comunicado en el cual lamentó los hechos y anunció el envío de un equipo para examinar las necesidades más acuciantes.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la jefa de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, también expresaron su pesar por lo ocurrido, y manifestaron la disposición del bloque regional de respaldar a Grecia en todo lo que se requiera.
El grupo comunitario ya señaló que se encargará del traslado de unos 400 menores hacia sitios seguros, luego de calificar como prioritaria la protección de todos.
De su lado, el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Mass, instó a las naciones europeas a ayudar a Atenas, con gestos firmes como acoger entre todos a los miles de migrantes que quedaron sin refugio mediante una repartición justa.
Numerosas organizaciones humanitarias señalaron que lo sucedido en Moria es una muestra del fracaso de la política europea hacia el tema de la migración y abogaron por un cambio radical en la respuesta comunitaria ante el fenómeno.